Esta es una imagen que recrea la entrada de tres extrañas figuras a una habitación. Sin más.
En base a esto, hoy os presentamos una nueva entrega de microrrelatos del misterio, de los que ya conocéis las normas: menos de 100 palabras, en una historia que pueda inspiraros la fotografía de este post y que debe empezar con la siguiente frase:
“Las tres figuras”
Este es nuestro microrrelato:
Las tres figuras me miraban todas las noches desde que era pequeño. No quería mirarlas, pero siempre estaban ahí cuando ya no había ruidos en casa. A veces se miraban entre sí, otras veces, desaparecía alguna para volver a aparecer después, pero la del centro siempre estaba medio metro por delante, atravesándome con su mirada, y nunca se iba. Aquella noche, los veía extrañamente más cerca, como si hubiesen dado un paso desde su posición inicial. Quizá había llegado el momento de entrar a mi cuarto después de tantos años. Estaba preparado…
Ufopolis 2013
Esperamos vuestras aportaciones.
Es bastante emocionante leer esto. De hecho me quedé petrificada unos microsgundos al ver la imagen tan bien recreada. De niña juro que sólo una de estas sombras con forma de silueta humana negra altísima estuvo toda una noche en mi cuarto. Fué en 1996, recuerdo perfectamente que esa noche como era habitual con mis 5 años terminé de leer uno de mis cuentos favoritos y mi madre me dió las buenas noches apagando la luz de mi pieza. Entraba una luz cálida que ella generalmente dejaba encendida desde el pasillo, de repente cuando me encuentro acurrucada una larga silueta negra en forma humanoide se encontraba proyectada sobre la pared cercana a la puerta de mi habitación, inmóvil. La luz un poco mas celeste que la contrastaba era la que venía desde la ventana. Bramé un sólo grito llamando a mi madre, que vino entre preocupada y enojada de cansancio. Le señale la extraordinaria proyección. Fué hacia la ventana y no encontró nada. Caminaba atravesando cualquier fuente de luz y no había forma ni de que alterase la forma de la sombra. Intentó no transmitirme preocupación y animarme a que durmierse algo. Otro beso y se fué. El miedo que me corría por esa noche no me lo voy a olvidar jamás, de cómo dormi semi-ahogada bajo mis sabanas para no verlo. Es el día de hoy que no logro explicarme que mierda fue eso. De hecho es un recuerdo que tenía bastante guardado en la memoria, pero al encontrarme con este post no podía dejar de compartirlo. No puede ser una simple casualidad.
Es curioso, porque a mi me sucedio lo mismo con 7-8 años, pero en mi caso fueron al menos 3 sombras, no estaba durmiendo porque me levante para ir al servicio y cuando vi a los yres en el pasillo me di la vuelta y aguante bajo la sabana toda la noche
Yo tuve una experiencia similar a la de CZ, recuerdo como una vez cuando era chico en la oscuridad de la habitación aparecieron 3 caras y claramente se distinguían los ojos y las sonrisas blancos y relucientes. No se si fué un sueño o que pero me pareció de alguna manera haberlo vivído.
Desperté.
Una presión en el pecho me mantenía pegada a la cama. No estaba atada, nadie me sujetaba, no podía mover un músculo, solo entreabrir mi ojo izquierdo y ver que pasaba.
Escuchaba la voz de mi marido salir del baño, pero había poca luz, no podía ver bien.
Jack salió, pero conversaba con alguien, cruzó el arco de la puerta seguido de tres sombras que no podía identificar, no eran nada que haya visto antes.
Mi marido siempre fue un hombre peculiar, incluso raro, ahora intuyo el porqué. Mañana sabrá que lo sé, pues nunca he conseguido mentirle…Estoy aterrada
Las tres figuras volvieron una vez más. Pero ya no les tenía miedo, me acostumbré a su presencia y a sus asiduas visitas, nunca se movían, permanecían junto a mí como estatuas que vigilaban expectantes mi sueño; aquella noche algo que no podía percibir debió de cambiar, pues con acentuada parsimonia la figura sita a la izquierda alzó temblorosa lo que adiviné como una mano para señalarme, produciéndome un escalofrío que hacía tiempo no alcazaba a sentir. Tras denodados intentos conseguí moverme, las sombras desaparecieron raudas y a la sazón sentí una incertidumbre estremecer mi cuerpo. Hoy día sigo sin saber que significa todo esto, pero estoy seguro que más pronto que tarde regresarán.
-¿Por que no dejan de mirarme?,Dios mio ¿quienes son?.
Mi corazón galopaba por mi pecho,sentía que ellos podían escucharlo.
-Vamos enciende la luz,vamos.-me decía mi cabeza,pero no podía
moverme.
Comencé a sentir como me recorría por todo el cuerpo un calor muy frío.
Y esos seres plantados como gárgolas,observándome tan estáticos.
Quise gritar pero como en un mal sueño no me salía la voz.
Los segundos se me antojaron horas,solo me quedaba una opción,cerré mis ojos y clame a Dios para que cuando los abriera,ellos ya no estuvieran.
Impresionantes vuestros comentarios
Ya en mis últimos respiros de vida,en un frió e inhóspito cuarto de hospital,yacían frente a mi, esas tres figuras , mas que humanas , eran capullos, tenebrosos. Mi corazón estremecido, queriendo latir, por mi , unos segundos mas, fue imposible, era mi hora, La muerte, reflejada allí, en esos tres seres impávidos, fue el motor que me insto a ver mi alma y lograr descifrar,ese gran resplandor que existía detrás de esos seres. Recordé a Dios que tan olvidado lo tenia, pedí perdón, cerré mis ojos y me deje llevar por El.
Después de leer vuestros testimonios y microrelatos se me quedaron los pelos como escarpias. Y es que en más de una ocasión también he podido ver alguna que otra sombra junto a mí, bien tumbada en el suelo o verticalmente a escasos metros del lugar donde yo descansaba. Sin embargo, siempre achaqué estas situaciones al estado de semisueño en el que me encontraba.
¿Las tres figuras estaban ahí realmente? Poco importaba porque oía sus voces dentro de mi cabeza revelandome el PLAN. Había llegado la hora de subir a lo más alto de la pirámide y abrir … el ojo que todo lo ve.
Esta vez me iba a probar a mi mismo que no era un sueño, solo podía mover mis parpados así que hice un repaso mental de todo a mi alrededor, reconocí mi cuarto completamente y lo que había en él. A mis pies, al lado de mi cama, los tres estaban alrededor de la pantalla encendida de mi computadora, contra la luz, no distinguía sus rostros pero veía como se comunicaban con expresiones. Sentía rabia, y con toda la fuerza de la voluntad que me producía esta emoción me liberaba poco a poco de mi parálisis, hasta que con toda mi concentración pude mover mi pierna. Luego el que estaba a la derecha hizo una expresion al del medio avisándole sobre el movimiento de mi pierna. En uno solo de mis parpadeos el del medio estaba sobre mi tenia sus manos abriendo mi ojo derecho examinándolo… y todo terminó.
Las tres figuras permanecían a los pies de la cama, estáticas y amenazantes. No tenían rostro, pero yo podía sentir sus ojos clavados en mí igual que podía sentir el aura de maldad que las rodeaba. El terror me impedía mover un solo músculo y mi respiración agitada era el único sonido en la habitación. Entonces, como obedeciendo a una señal silenciosa, las tres figuras alargaron sus brazos hacia mí y sentí en mi cabeza una extrañísima y desconocida sensación…me resistí, intentando librarme de aquello, pero era tarde… sentí como mi alma era arrancada y devorada por aquellas figuras.
Actualmente tengo 35 años. Me pasó algo similar a los 7 años de edad, en el año 1986 aproximandamente, una noche me despierto y sentí una presencia al lado de mi cama, solo una, toda negra lo único que pude ver son sus ojos rojos, me quedé paralizado durante un tiempo hasta que logré taparme con la sábana, cuando tomé valor para destaparme puedo ver la sombra que se alejaba de mi cuarto, hice un dibujo en ese entonces, luego lo perdí pero era igual a las tres imagenes que dibujaron, pero en mi caso era solo una. Ojalá algún dia nos revelen el por qué de su presencia.