Dos increíbles casos de teletransporte en carretera

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El tema de las teleportaciones y los viajes en el tiempo es fascinante y resulta increíble encontrarse testimonios de personas anónimas a las que les ocurre lo más insólito. En esta ocasión tenemos a una estudiante de la Universidad de Nueva Escocia, en Canadá con unas declaraciones que datan de 1991 y que dicen así:

«Decidí coger la línea express de autobuses a mi ciudad para ir a visitar a mis padres el fin de semana. Me senté en la parte trasera del autobus y no había nadie en los asientos de detrás, pero sí me fijé en que había una familia sentada detrás del conductor, justo en la parte izquierda del autobus que hablaban en voz muy alta, casi molesta. El viaje transcurría normal, sin incidentes hasta que comencé a llegar a la zona en donde vivían mis padres. Miré por la ventana y vi la fábrica de neumáticos «Michelín» mientras que subíamos una gran cuesta. Cuando el autobús llegó a la cima de esa cuesta, tuve una extraña sensación y por alguna razón comencé a imaginarme a varias personas en el autobús riéndose de mí. De repente, algo cambió en la realidad. No sé explicar cómo ni por qué, pero noté la realidad como diferente y de repente me di cuenta que estaba a una milla de donde debería estar, en la carretera, llegando a la ciudad de mis padres. Volví a ver la fábrica de neumáticos otra vez y volví a recorrer el mismo camino que acababa de hacer hacía unos minutos. La familia que se sentaba detrás del conductor ahora iba tranquila, sin hablar. Me acerqué al conductor para contarme lo que me había pasado y su respuesta me desconcertó aún más. Me dijo «es una distorsión del espacio y el tiempo. Estas cosas pasan».

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 En estos casos de viajes temporales no necesitamos el increíble Delorean de «Regreso al Futuro»

La segunda historia también es sugerente y está protagonizada por una testigo de Fallbrook, California. Dice así: «En otoño de 1994, mi novio y yo ibamos de camino a Fallbrook en coche. Hay dos carreteras para llegar allí, desde el norte y desde el sur. Aprovechamos para ir desde el sur pasando por Mission Road, que es una carretera de dos carriles que mide aproximadamente unas cuatro millas (alrededor de 6.5 km). Eran las 18:24 h de la tarde de un viernes y mientras conducía me di cuenta de que no pasaban coches por el carril contrario. Nadie, y eso que la carretera solía ser muy transitada, incluso los martes por la tarde a las diez de la noche te encuentras coches. Solos, extrañamente solos en la carretera».

«Sabía que eran las 18: 24 horas porque lo había visto en el display del equipo de música, y en ese preciso momento el coche se paró, los pedales se pusieron muy duros, las luces se apagaron y recuerdo sentirme confundida, muy confundida. Pensé que me había quedado sin gasolina pero era imposible porque acababa de echar gasolina en el coche. Con la inercia del vehículo me eché al andén de la carretera y Jim, mi novio, empezó a preguntarme que qué había pasado. No tenía respuesta en aquel momento pero sentí que me había desmayado. Esperé unos segundos y volví a poner en marcha el coche. En ese momento Jim me cambió el puesto para conducir él y yo me cambié de sitio. Sonó fuerte el motor y nos fuimos. Estaba irritada, un poco nerviosa porque sabía que algo extraño nos acababa de suceder. Entonces miré el reloj y eran las 18:36 horas. Habían pasado 12 minutos, algo imposible, porque toda la conversación con Jim y el cambio de puesto no nos llevó más de un minuto o minuto y medio. No sabemos donde estuvimos en esos 11 minutos. ¿Qué pasa con eso?»

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 ¿Qué tipo de anomalías ocurren en este tipo de incidentes?

En ufopolis solemos estudiar anomalías de este tipo pero nos fascina el hecho de que diferentes personas del mundo cuenten historias similares, manteniendo incluso la confidencialidad de sus datos. No hay explicación racional para sus vivencias más allá de lo que podrían ser locuras transitorias. Pero en los perfiles psicológicos de los casos así no suele haber ninguna patología mental anterior o posterior y los protagonistas suelen tener miedo de ser tachados como raros o locos, igual que en los casos ovni, que por cierto comparten con el segundo caso el hecho del apagado repentino del motor.

¿Existen vórtices que cambian la realidad y en donde podemos adentrarnos para luego volver a la realidad? ¿Qué hay al atravesar esos vórtices? ¿Tienen consecuencias para los seres humanos? ¿Por qué no nos pasa a todos? ¿Tienen alguna similitud genética las personas que protagonizan este tipo de incidentes?

Seguiremos estudiando estos casos como los de los túneles del tiempo descubiertos por los gobiernos que abordamos en este vídeo:

3 Comentarios

  1. Hola Vicente,

    Es interesante esa «pérdida» de tiempo; ¿qué pasó realmente en esos minutos? ¿En dónde se está?
    Super divertido tu comentario del Dellorean

  2. Buenas noches, días… Vicente
    La primera, Que podría haber sido.. imaginación inconsciente o influida.
    O bien algún cambio espacio temporal, en este caso… provocado por el mismo individuo inconsciente mente por su incomodidad? como un cambio de realidad, o influida por alguna entidad, o por alguna anomalía algún túnel o algo, lo cual común en la zona por la contestación del conductor? o común en su profesión, al haber varias personas en un autobús, con lo cual mayor probabilidad si hablan entre ellos de darse cuenta de algún evento anómalo; o bien un conductor con la mente abierta a esas cosas, o por seguirle la corriente quien sabe.
    El segundo, también podría ser un caso de abducción.

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