Espacio en Blanco: los misterios de la luna y Google Moon

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Hay misterios que acompañan al hombre desde tiempos inmemoriales, enigmas que son difíciles de describir por la complejidad de teorías y declaraciones que se han hecho al respecto. Después de cientos de años de observación detallada y estudio, nuestro cercano compañero en el universo, la luna, continúa siendo un enigma ya que tras los seis aterrizajes realizados por la NASA entre 1969 y 1972 y los cientos de experimentos realizados hasta el momento, nuestro satélite suscita para la ciencia más preguntas que respuestas. ¿Cual es su edad? ¿Qué nos dicen las rocas que se trajeron? ¿Cual es su origen? ¿Qué ocurre en el interior? ¿Y en su superficie?

Edad de la luna: Más antigua de lo que se esperaba. Incluso puede ser más vieja que la tierra y el sol. La tierra tiene 4600 millones de años y las rocas de la luna están datadas de 5300 millones de años, siendo el polvo sobre el que descansaban al menos otros mil millones de años más antiguo que esas rocas.

Origen de las rocas: La composición química del polvo era muy diferente de las rocas. Parecería que tienen distinto origen geológico.

Elementos pesados sobre la superficie:

La composición de los planetas normalmente incluye según la ciencia moderna elementos pesados en el núcleo y elementos más pesados en la superficie. Según Wilson La abundancia de elementos refractarios como el titanio en las áreas de la superficie de la luna era tan pronunciada y tan frecuente que algunos geólogos no dudan en en proponer que esos materiales tuvieron que ser llevados a la luna de manera artificial. No se sabe cómo pero eso es un hecho que no puede ser cuestionado”.

Vapor de agua:

El 7 marzo de 1971, los instrumentos lunares dejados por los astronautas de las misiones Apolo grabaron una nube de vapor de agua pasando a través de la superficie de la luna. La nube duró 14 horas y cubrió un área de 160 Km.

Rocas magnéticas:

Las rocas de la Luna fueron magnetizados. Esto es extraño porque no hay un campo magnético en la luna. Esto no pudo ser originado por un acercamiento extremo a la tierra hace millones de años.

Sin volcanes. Algunos de los cráteres de la luna se consideran internos porque no existen las mismas marcas de los impactos de meteoritos, y esto es un misterio porque no existen indicaciones claras de que haya habido nunca el calor necesario en el interior del planeta como para producir erupciones volcánicas.

“Mascons”

Se conoce como mascón a toda región de la corteza de un astro que posee una densidad de masa notoriamente superior al promedio de la corteza del astro en cuestión. Tal concentración suele provocar un casi ínfimo aunque mensurable aumento de la gravedad en el área de mascón, cuando se trata de una anomalía gravitatoria positiva (es decir, con aumento de la gravitación; una repleción) se trata de un mascón positivo -o sencillamente mascón- si, en cambio, la zona posee una disminución de campo gravitacional se trata de un mascón negativo acompañado de una depleción.

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Topografía -arriba- y campo gravitacional -abajo- del mascón correspondiente al Mare Serenitatis (Lunar Prospector, NASA).

Los mascones pueden tener varias causas. En la Tierra frecuentemente señalan procesos telúricos ocurridos en la parte superior del manto , por ejemplo la sedimentación de nubes de manto, «nubes» creadas por efusiones masivas de magma. En la Luna y en Marte la mayoría de los mascones conocidos indican la presencia de masas de origen meteórico, derivadas de asteroides o de núcleos cometarios impactados en tales astros.

Los impactos meteóricos no sólo aportan masa, sino que por reacción suelen provocar nubes de manto, campos de magma solidificado. El segundo tipo de mascón señalado también se encuentra en la Tierra (por ejemplo en la zona del cráter de la Tierra de Wilkes), aunque este tipo de mascón es más raro en la Tierra que en la Luna y Marte ya que la atmósfera terrestre suele, por fricción, volatilizar los meteoritos cuando no son de grandes proporciones.

El descubrimiento de los mascones ocurrió durante la década de los 1960 cuando se percibió que las órbitas de los satélites artificiales lanzados hacia la Luna eran alteradas por heterogeneidades gravitacionales en la corteza del satélite natural de la Tierra.

En la luna los mascones son largos, densos, y de forma circular y ocupan superficies de 32 a 64 km.

Actividad sísmica. Se han reportado cientos de terremotos lunares que no pueden ser atribuidos a golpes de meteorites. En noviembre de 1958, el astrónomo soviético Nikolay A. Kozyrev del Observatorio astrofísico de Crimeo fotografió una erupción gaseosa de la luna cerca del cráter Alphonsus. También detectó un resplandor rojizo que duró alrededor de 59 minutos. En 1963 varios astrónomos del Observatorio Lowell también vieron una serie de resplandores cerca en la región de Aristarchus. Estas observaciones eran idénticas y periódicas, repitiéndose en los días en los que la luna estaba más cerca de la tierra.

Los huecos de la luna: La densidad media de la luna es 3.34 g/cm3 (3.34 veces la densidad del agua, tomado como referencia), mientras que la de la tierra es 5.5. En 1962, un científico de la NASA que era Doctor en Astrofísica llamado Gordon McDonald expuso ante la prensa que si los datos que se tienen de la luna requerirían una revisión del modelo de la luna, siendo una esfera hueca por delante del modelo de esfera homogénea. Otro misterio es que un premio Nobel de química, el Dr. Harold Urey sugirió que la reducida densidad de la luna estaba causada porque había grandes zonas en el interior del satélite que simplemente eran gigantescas cavidades. Así mismo, el Dr. Harold Urey sugirió que los experimentos de la Lunar Orbiter mejoraron el conocimiento del campo gravitacional de la Luna, indicando la sorprendente teoría de que la luna efectivamente podría ser un astro hueco.

El propio Carl Sagan comentaba en Cosmos que un satélite natural jamás podría ser un cuerpo hueco, estando entonces sobre la mesa la posibilidad de que este satélite sería artificial.
Los ecos de la luna: El 20 de noviembre de 1969, el Apolo Xii despegó de la luna dejando caer el módulo de ascenso en la superficie donde había alunizado. El módulo lunar impactó a unos 64 kilómetro del lugar de alunizaje y creó un terremoto artificial que creó asombro en la NASA. La luna estuvo vibrando como una campana durante más de una hora. Este fenómeno se repitió con el Apolo 13 con la tercera fase del módulo que también impactó en la luna con resultados incluso mayores al ser lanzado desde una mayor altura. Los instrumentos sísmicos grabaron las vibraciones durante 3 horas y 20 minutos, dejando una conclusión increíble: En la luna había núcleo ínfimo o incluso no había núcleo directamente.

Metales inusuales: La corteza de la luna es mucho más dura de lo que se presumía en un primer momento. Los astronautas pudieron comprobarlo por la dificultad que encontraron a la hora de taladrar la superficie para extraer muestras. Las muestras dieron como resultado un material extraño en gran parte de su composición: La ilmenita. La ilmenita (FeTiO3) es un mineral débilmente magnético, de color negro o gris, que se encuentra en las rocas metamórficas y en las rocas básicas ígneas (gabro, diabasa, piroxenita). El nombre deriva de las montañas «Ilme» en Rusia, uno de sus principales yacimientos. La mayoría de la ilmenita, sin embargo, está recubierta de sedimentos, como por ejemplo, de arena de playa. Contiene el 47,34% de FeO y el 52,66% de TiO2, aunque esta proporción es variable por la entrada del óxido férrico, reemplazable por magnesio y manganeso. Es el mismo material con el que están fabricados los submarinos que surcan los mares a gran profundidad o el SR-71 Blackbird, un avión militar ultramoderno. El Uranio 236 y el Neptunio 237 también fueron encontrados en la luna, siendo minerales que no son nativos de la tierra. Aparecían como las trazas de óxido en las rocas de la tierra.

Mapa de la distribución de menas de polvo de hierro en la zona de Aristarchus

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 El origen de la luna:

Antes de que las rocas de la luna traídas por los astronautas descartaran la teoría de que la luna proviniese realmente de la tierra tras el impacto de un asteroide hace eones, nos queda una duda. ¿De dónde proviene la luna? No sería un cometa captado por la tierra porque se está alejando en vez de acercarse.  El propio Isaac Asimov exponía que la luna “era demasiado grande como para ser capturada por la tierra”. La casualidad de haber sido captada por la tierra y tener una órbita circular es demasiado pequeña como para entender la teoría como creíble.

 

Extraña órbita. Nuestra luna es la única luna del sistema solar que tiene una órbita cercana a la circunferencia perfecta. De hecho el centro de masas está 1828.28 metros más cerca de la tierra que su centro geométrico lo que causa el característico bamboleo sinusoidal hacia arriba y hacia abajo dentro de esa órbita casi circular. Lo curioso es que el núcleo de ese movimiento parte de la cara oscura de la luna y eso significa que alguien o algo tuvo que poner a la luna a esa altura, en ese recorrido y a esa velocidad para crear ese movimiento determinado.

Diámetro de la luna: Como se puede explicar la coincidencia de que la luna tiene la distancia exacta y tiene el diámetro exacto como para cubrir el sol durante un eclipse. Isaac Asimov exponía lo siguiente: No hay ninguna razón astronómica por la que la luna y el sol deban encajar tan bien. Es una coincidencia tan imposible que deja a la tierra como un planeta único de entre todos los conocidos.

Cráteres. Todos los cráteres de la luna tienen una profundidad de entre 3.5 y 4 kilómetros, sea cual sea su diámetro. Algunos de estos cráteres tienen superficies de suelo convexas lo que significa que si te posicionas en el centro de un cráter, el borde del cráter queda por debajo de la línea del horizonte. Esto significa que podría haber una carcasa que limitase los impactos, es decir una superficie durísima que no dejaría pasar a los meteoritos que impactasen sobre la luna.

El fenómeno TLP: Durante cientos de años los astrónomos han reportado extrañas luces cerca de la superficie de la luna, llamándose TLP´s (Transient Lunar Phenomena). La presencia de OVNIS en las misiones de la NASA fueron y son a día de hoy constantes. Los colores de esta fotografía no han sido modificados y expondrían zonas donde habría cierta iluminación.

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Las extrañas emisiones de Radio. Las misiones Apolo tuvieron varios incidentes en los que sus comunicaciones por radio se vieron interrumpidas por una extraña señal que no era de la NASA. Esto ha ocurrido en todas y cada una de las misiones cercanas a la luna.

La teoría de la Nave Espacial. Algunos investigadores no dudan en afirmar que la luna es una nave gigantesca con una carcasa geológica que habría sido dejada en la tierra por una civilización inteligente para el control del planeta.

1 Comentario

  1. También existen referencias históricas al hecho de que la luna no estuvo siempre en la órbita de la tierra;

    Aristóteles en la constitución de tagues dice…que los bárbaros de arcadia tenían derecho a la tierra por estar habitándola antes que la luna apareciera en los cielos.

    A los primeros griegos se les llamó preselenos que quiere decir antes de la luna.

    Plutarco en historia romana escribió…estos eran los arcadios el llamado pueblo prelunar.

    Otros antiguos escritores aluden también a una época en la que no existía ninguna Luna en los cielos. Apolonio Rodio menciona la época “en la que todos los astros no estaban todavía en el cielo…”.

    en el salmo 72 de la biblia…se lee…tu eras temido desde la época del sol y antes de la época de la luna.

    También dicen las crónicas tibetanas, que en tiempos antidiluvianos, no había luna en el cielo. Las leyendas eslavas también apuntan en ese sentido y el misterioso Libro de las Revelaciones, indica que la luna fue capturada por la Tierra hace trece mil años.

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