Incontables casos de encuentros con los sombríos hombres de negro se han sucedido a lo largo del tiempo y han de ser pocos los reportes que se hacen públicos en comparación con los que presumiblemente se hayan dado por todo el mundo y que se puedan haber mantenido en secreto.
No sería descabellado pensar que algún organismo gubernamental o algún grupo cuyo poder sea mayor incluso, tenga un especial interés en que ciertas informaciones al respecto del fenómeno OVNI no transciendan y consigan que no se convierta en un asunto relevante para la opinión pública disponiendo a unos agentes destinados a esta labor.
Pero estos hombres de negro, las figuras responsables de sus acciones y sus motivaciones escapan a nuestra razón e intuición pues son numerosos los encuentros en los que manifiestan un comportamiento tan inusual e impropio que llega a resultar absurdo y hace que nos planteemos incluso si estos misteriosos agentes pudieran no ser humanos.
Así lo pudo constatar la familia Christiansen que en el año 1967 recibe una de estas singulares y poco deseables visitas en la que uno de estos agentes se presenta en su puerta poco después de que hubieran sido testigos de un avistamiento OVNI.
Un hombre de más de 2 metros de alto, cuya piel es extremadamente pálida y con una cabeza desproporcionadamente pequeña en comparación a la envergadura de su cuerpo pero con una enorme frente y extremidades muy delgadas llama a la puerta de la familia al caer la noche, por supuesto viste un traje negro. Se identifica como un perito de una agencia de seguros y pregunta por el cabeza de familia alegando que acababa de heredar una gran suma de dinero.
A la familia le resulta extraño que un representante de una agencia de seguros se persone para hacer una visita durante la noche por lo que comienzan a sospechar sobre su verdadera identidad así que le solicitan al visitante que muestre alguna acreditación que demuestre que realmente es quien dice ser y de que trabaje para la empresa a la que alude. Éste lo hace, pero de forma vaga, mostrando una identificación muy rápidamente que vuelve a guardar casi inmediatamente sin dejar tiempo a la perpleja familia para que posara sus ojos sobre ella.
El singular sujeto comienza entonces a realizar preguntas personales sobre la familia, ninguna de ellas relacionada con el avistamiento del OVNI que tuvo la familia escasos días antes. Mientras la conversación tiene lugar, el hombre de negro se quita la chaqueta del traje dejando ver una placa dorada en su camisa que inmediatamente retira para que no quede a la vista, en un detalle más del comportamiento de este agente que resulta tremendamente sospechoso.
Sin embargo el detalle más sorprendente de todos es el que aprecia la hija mayor de la familia ya que se percata de que una de las piernas del pantalón del enigmático hombre de negro está arremangada, como si se hubiera quedado enganchada con algo; y la chica puede observar con completo asombro que un cable verde sale desde el calcetín y asciende por la pierna del visitante hasta volver a perderse en el interior del pantalón introduciéndose a su vez en la carne que queda a la vista por dos puntos diferentes.
Poco después el agente se despide, se marcha y ante la atenta mirada de toda la familia se introduce en un coche negro que acaba de salir de un viejo camino de tierra que recorre el bosque con el que linda la vivienda de los Christiansen. En el coche le esperan dos sujetos y todos salen de la escena conduciendo en mitad de la noche sin encender los faros del vehículo.
Otro extraño encuentro con un hombre de negro que se identifica como un agente de seguros tuvo lugar en el año 1968. La protagonista es una chica de 16 años que recibe la visita en su residencia en el Norte de Inglaterra. Una tarde en la que la chica se encuentra sola en casa, alguien llama a la puerta del domicilio y cuando sale a recibir a su posible visita, se encuentra con un hombre calvo, vestido con un traje negro, sombrero y corbata que no le dirige absolutamente ninguna palabra, no saluda, no se presenta, simplemente mira a la chica y sonríe. La situación se mantiene durante un período de tiempo realmente incómodo por ser inusualmente largo hasta que por fin, aquel hombre decide romper el silencio preguntando con voz robótica:
‘’ ¿Tienes seguro?, ¿Es ahora?’’
La chica, sorprendida, le sugiere al hombre de negro que vuelva más tarde, cuando sus padres estén en casa ya que ella no puede tratar esos asuntos. Entonces el agente comienza a sudar profusamente y se quita el sombrero revelando la piel de tez mortecina de su cabeza y dejando que la chica se dé cuenta de que el hombre que tiene ante sí había recurrido al maquillaje para oscurecer el tono de la piel de su cara.
El agente vuelve a dirigirse a la chica formulando una pregunta:
‘’ ¿Puedo ver un vaso de agua? ’’
Y la joven repite la imprudencia que tantos otros que se han visto en una situación similar con los hombres de negro han cometido: deja al desconocido entrar en su casa. Va a por el solicitado vaso de agua y se lo entrega a su invitado. Y pese a lo absurdo de toda la situación, el hombre de negro hace precisamente lo que había dicho, mira el vaso de agua fijamente y lo deja a un lado. A continuación posa su atención sobre un reloj que decora la repisa de la chimenea y la adolescente le explica que se trata de un regalo de jubilación que recibió su padre. En ese momento el hombre de negro se muestra tremendamente desconcertado y comienza a comportarse como si fuera una máquina que no puede procesar la información que está recibiendo:
‘’ ¿Es el tiempo de tu padre?, ¿Es ahí y ahora?’’
Repite una y otra vez ‘’Tu padre, su tiempo’’ sin parar durante varios minutos hasta que de pronto cesa, se queda en silencio, de forma rígida y sin mover un solo músculo. Para asombro de la joven, de nuevo parece que el agente vuelve a ponerse en funcionamiento pareciendo que quiera abandonar el lugar con premura. Se pone de pie y quiere dirigirse hacia la puerta principal pero en un principio, una de las piernas no le responde, y ha de utilizar los brazos para moverla. Ya en la puerta le da un último mensaje a la muchacha:
‘’ Observa las luces’’
Tras esto sale de la casa a gran velocidad y se pierde entre el gentío de la calle. Pasan pocos minutos y el salón de la joven comienza entonces a llenarse de pequeñas y brillantes luces que flotan a su alrededor, se quedan con ella unos minutos suspendidas en el aire y después, salen todas por la ventana.
Cada nuevo caso de encuentros con los hombres de negro apunta nueva información que ensancha el misterio y los casos presentados son una pequeña porción de un amplio abanico que sugiere que tal vez estos agentes no sean humanos. Los cables asomando por debajo del pantalón del caso de la familia Johansen y la forma robótica de hablar que casi siempre presentan estos sujetos levantan la sospecha de que tal vez nos encontremos frente a criaturas de carácter total o semi-robótico que todavía experimentan problemas para adaptarse a los complejos entresijos del comportamiento social humano.
Si os ha gustado este artículo os invitamos a ver estos dos videoprogramas en donde también encontraremos extraños comportamientos tanto de estos extraños hombres de negro, como de extrañas entidades robóticas que podrían ser ajenas a la tierra. Esperamos que sean de vuestro interés.
Ufopolis.com 2016
Hola Sonia.
Gracias por compartir todos estos casos extraños y misteriosos sobre los encuentros y las visitas de los *Hombres de Negro*.
Parece ser que tenemos que diferenciar entre los de apariencia claramente humana y actitud firme y militar, de los de apariencia estrambótica semimaquillados y los de comportamiento confuso y robótico…
Algunos se comunican perfectamente e intimidan amenazantes, pero otros parecen querer imitar comportamientos humanos de forma errática e improvisada.
Los de aire serio e intimidatorio amenazan a los testigos de avistamientos y encuentros con OVNIs, pero los que se quedan como sin energía y se comportan de forma extraña; parecen más interesados en aprender comportamientos humanos para intentar mezclarse entre la población.
Es como si los unos copiasen a los otros.
Según muchos de l@s testigos; en ocasiones casi parecerían seres o entidades alienígenas disfrazad@s.
El extraño hueso en la cadera que comentaba Vicente en un reciente videoprograma, sobre los pocos casos de *Mujeres de Negro* se me antoja como una especie de cola felina enrollada en la cintura bajo esos vestidos oscuros que supuestamente llevaban.
Muy intrigante la confusión que pareció tener el extraño visitante de uno de los casos que hoy nos expones; sobre la el factor y la cuestión del tiempo, en relación al reloj de sobremesa.
Y luego esas pequeñas luces como *Orbs* en el interior de la vivienda.
¿Guardarán algunos de estos extraños visitantes de negro; relación con los humanoides que sin duda son híbridos de seres multidimensionales. extraterrestres e intraterrenos con seres humanos?.
Un Cordial Saludo para todo el Equipo y Tod@ Ufópolis.
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