El ovni que cayó en la casa de la esposa de Hitler

Existe la profunda sospecha de que han sido varios los objetos voladores no identificados que se han estrellado en el planeta y cuyos restos han sido inmediatamente ocultados y estudiados por ciertos gobiernos más allá del famoso caso Roswell.

Son muchas las historias que circulan acerca de tales eventos y si bien no se dispone de una certeza absoluta, es posible que actualmente varias altas instancias posean o hayan tenido acceso a la tecnología de alguna de estas naves estrelladas. Frecuentemente aparecen historias falsas que relatan circunstancias de este tipo pero a veces, surge algún caso de ciertas personas que tuvieron acceso a información clasificada y que se deciden a hablar en contra de posibles amenazas.

Uno de estos casos, para valorar, pudiera ser el que tuvo lugar en la Alemania nazi y que fue estudiado y divulgado por varios profesionales de diferentes nacionalidades entre ellos el renombrado investigador polaco Robert K. Lesniakiewicz o el ufólogo ruso Anton Anfalov.

Según las informaciones de varios investigadores parece que en el verano del año 1937 un OVNI se estrelló en la zona de Czernica que actualmente pertenece a Polonia pero que en aquel tiempo se hallaba bajo el control de las fuerzas nazis.

El objeto metálico y de varios colores con forma de globo de 7’5 metros de diámetro y casi 4 metros de alto curiosamente fue visto caer en un campo propiedad de la familia de Eva Braun. Poseía una gran cúpula y estaba rematado por un estrecho borde exterior. En la parte superior de la cúpula la nave tenía 6 estructuras de forma ovalada como ojos de buey pero que no eran transparentes y no dejaban ver el interior, también poseía unos dispositivos que irradiaban luz. En la superficie inferior del borde exterior la nave tenía 12 luces más y la entrada al artefacto se encontraba en la parte superior de la cúpula.

A gran velocidad se estableció un perímetro y toda el área fue acordonada y guardada por las tropas de las SS e inmediatamente se dispuso un alto secreto para el incidente. Cuando se inspeccionó el interior de la nave, las tropas nazis se encontraron con una cabina circular emplazada en el interior de la cúpula del objeto en la que se hallaban 3 asientos de pequeño tamaño sobre los que se descubrieron 3 humanoides.

Uno de ellos apareció muerto, seguramente a causa del accidente aunque sus dos compañeros aún permanecían con vida. Uno de ellos murió poco tiempo después pero el tercer ente sobrevivió durante un mes y medio haciendo al ejército alemán poseedor de un humanoide bajo custodia.

Los tres seres eran muy pequeños, no llegaban al metro de estatura. De cuerpos extremadamente delgados en desproporción con una gran cabeza y grandes ojos negros y almendrados se corresponderían con las típicas descripciones de los seres grises. Por supuesto, su piel era gris y contaban con cuatro dedos en cada mano.

Los investigadores alemanes debieron de percatarse de cierto peligro o riesgo de explosión del aparato ya que no se atrevieron a transportarlo y un laboratorio de investigación se construyó en los alrededores del lugar del accidente. Más tarde, la nave y los cadáveres de sus ocupantes fueron llevados a un extenso complejo subterráneo situado en unas montañas al sureste de Polonia, famosas porque en ellas eran frecuentes las excavaciones en busca de uranio.

Interesantemente, el humanoide superviviente se encontraba en muy mal estado y mientras suplicaba por ayuda a los doctores también les hizo sabedores de cierta información. Finalmente murió sin una causa definida y los investigadores no pudieron hacer nada para averiguar cómo evitarlo.

Según la información que fue proporcionada por este ser, se reveló que se habían construido bases subterráneas en la región polar al Norte de Canadá, que el accidente se produjo debido a un fallo técnico en el aparato y que provenían de un sistema estelar binario situado a 73 años luz de la Tierra. Sin embargo, la agonizante criatura se negó a aportar detalles acerca de su tecnología. Parece que las altas instancias nazis estaban desesperadas por obtener esta información para utilizarla en su desarrollo armamentístico y destinaron a sus mejores científicos al estudio de este campo.

Si lo que se narra fuese cierto, se aportaría una gran cantidad de detalles que enlazarían con la información referente a los diseños de naves del ejército nazi con forma de platillos volantes desarrollados en proyectos secretos que revelarían a los nazis como poseedores de una alta tecnología derivada de recuperaciones de naves extraterrestres y de contactos con diversos seres de lejana procedencia.

Por otro lado, el hecho de que la nave se estrellara específicamente en unas tierras propiedad de la familia de la que se convertiría en la mujer de Adolf Hitler suscita muchas sospechas de que ya se estuvieran manteniendo relaciones con estos seres y vincularía el evento directamente con la cabeza del estado nazi. Del mismo modo, también haría referencia al consabido interés del propio Hitler en asuntos de naturaleza ocultista que, entre otras cosas, le llevaron a definir varias expediciones en busca de objetos misteriosos que según diversas tradiciones poseerían magníficas cualidades.

Finalmente y en previsión de la inminente llegada de las tropas soviéticas todo el complejo subterráneo fue detonado y sepultado guardando su contenido bajo una inmensa capa de escombros. Tal vez, los restos de la nave recuperada todavía se encuentren bajo las montañas polacas, o tal vez algún gobierno, agencia o alta instancia secreta se hayan hecho ya con lo que hubiera quedado de aquel tesoro tecnológico.

Por supuesto, no disponemos de una certeza absoluta sobre los extraños acontecimientos que tuvieron lugar durante el tercer Reich si bien ciertas situaciones narradas en la versión que ha llegado hasta nosotros son susceptibles de hacernos suspicaces al aportar indicios de que fuera posible que la historia no se hubiera relatado tal y como realmente discurriera. Tal vez todo esté conectado.

Si te ha gustado el artículo, te invitamos a ver el programa que hicimos sobre una de las primeras apariciones de hombres de negro de la historia, prácticamente contemporáneo con el caso que hoy nos ocupa. Esperamos que sea de su agrado.

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