El fenómeno Ovni se presenta en una infinidad de formas diferentes en cuanto a forma, movimientos, ocupantes e intenciones; pero con una característica común en todos los casos: su interés en el ser humano.
Hoy vamos a estudiar una de las manifestaciones más peculiares de este fenómeno que viene apareciendo en el continente australiano desde hace varios siglos: ‘’Las luces Min Min’’.
Los avistamientos de estas extrañas luminarias se dan por toda Australia aunque su presencia resulta más usual en la zona oriental, sobretodo en la región de Queensland, y más concretamente, en la ciudad de Boulia. Una tierra desértica, seca y de elevadas temperaturas en el interior del país en la que estas luces son tan conocidas por sus habitantes que incluso existe un museo dedicado a las mismas.
Los testigos de los diferentes encuentros con las luces Min Min las has descrito en una gran variedad de formas, normalmente son redondas y no de gran tamaño aunque, en ocasiones, han sido vistas con forma de disco de difusos contornos. Acostumbran a emitir una luz blanca o pueden cambiar de color intermitentemente del rojo al verde o al azul. Pero su característica más representativa es la gran potencia con la que iluminan el entorno arrojando sombra sobre los objetos circundantes ya que siempre aparecen durante la noche. Se presentan individualmente, en parejas e incluso, han llegado a verse cientos de ellas en el mismo lugar. No suelen levantarse más de un metro sobre el suelo aunque se las ha podido observar en el cielo realizando movimientos oscilantes de arriba abajo. Interactúan con sus observadores ya que se aproximan a ellos y, en la mayoría de los encuentros, los siguen durante buena parte del camino. Se han dado casos en los que han llegado a perseguir a testigos durante cientos de kilómetros por las poco transitadas carreteras australianas para después desvanecerse casi instantáneamente. Se desplazan en línea recta o describiendo movimientos serpenteantes a corta distancia del suelo.
Encontramos historias sobre encuentros con estas extrañas luces nocturnas en el folklore aborigen antes de la llegada de los europeos al continente, si bien el número de avistamientos documentados se incrementó drásticamente desde la llegada de los exploradores a principios del siglo XVII.
Sabemos que las palabras Min Min, que denominan al fenómeno, proceden de la lengua aborigen australiana aunque se piensa que adquirió su nombre a raíz de uno de los primeros casos documentados de uno de los encuentros con estas luces espectrales.
En la edición del 2 de Marzo de 1941 del periódico local ‘’Sunday Magazine’’ se documenta un caso en el que un ganadero de la zona cuenta como vio aparecer una de estas luces en el centro del cementerio de la localidad en la que se encontraba de paso montando a caballo y de camino a un pueblo cercano. Se percata de que la luminiscencia comienza a seguirle mientras pasa cerca del hotel Min Min cuyo nombre bautizaría el fenómeno y, aterrorizado comienza a galopar tan rápido como puede tratando de dejar a la luz atrás. El intento resulta en vano pues la insistente luz no se separa de él sin importar la velocidad así que el temeroso ganadero decide dar media vuelta y retornar al pueblo del que había partido. Su inusual compañero de viaje, no le deja hasta que se aproxima a las afueras de la población. Al llegar, se dirige directo a la comisaría de policía a la que entra histérico relatando el evento.
Desde entonces, el número de avistamientos reportados no ha cesado y han sido vistas por todo tipo de personas del más amplio rango de edades, razas, religiones y profesiones.
Resulta curioso como estos orbes de luz manifiestan cierto tipo de inteligencia al presentarse ante sus asombrados observadores y perseguirlos por todo tipo de caminos y recorridos y decidiendo cuál es el momento propicio para esfumarse, acción que llevan a cabo de forma realmente interesante.
Relata Henry Lamond acerca de su encuentro con una luz Min Min en 1912, que avanzaba decididamente hacia él y cómo se desvaneció ante sus ojos:
‘’De pronto, menguó y se extinguió a lo lejos. No se apagó de golpe. Su desaparición pareció más el oscurecimiento gradual de los hilos de una bombilla’’.
De sobra conocido, este fenómeno fue estudiado en el programa ‘’The extraordinary’’ emitido en la televisión australiana. Entre otros casos, se expuso el relato de un guía turístico que contaba cómo, mientras conducía llevando con él a un grupo de 12 personas, aparecieron dos luminarias ante el vehículo en la carretera. Eran realmente brillantes y su fulgor no permitía al conductor apenas abrir los ojos. En el último momento y consciente de que se dirigían hacia ellos en línea recta, decidió dar un giro brusco para tratar de evitar la colisión. Esto no pareció tener ningún efecto ya que en ese mismo instante las luces chocaron contra el coche. Tras el impacto, el guía bajó del vehículo para inspeccionar los daños pero no encontró nada.
‘’Mientras chocábamos, desaparecieron, simplemente se vaporizaron’’
Muchos testigos, al exponer sus encuentros, relatan haber sido conscientes de una intensa sensación de estar siendo observados y en la gran mayoría de los casos, se han dejado llevar por el temor de encontrarse ante la presencia de lo desconocido, de aquello para lo que no tienen una explicación lógica, llegando a darse casos, en los que los testigos han decidido abrir fuego contra las luces movidos por el pánico, por supuesto, sin resultado alguno. Pero pese a las reacciones de pavor de los observadores de estas luces, el fenómeno no resulta a priori dañino para el ser humano, si bien se aproxima a las personas no parece que lo haga en actitud amenazante sino que da la sensación de que actúa movido por una curiosidad casi infantil.
Curiosas luces cuyas descripciones se asemejan a las de los famosos ‘’Foo Fighters’’ que volaban acompañando a los pilotos de ambos bandos durante la Segunda Guerra Mundial y que también presentaban la forma de esferas lumínicas.
Para concluir, destacaremos la creencia de la tribu aborigen de lo Kalkadoon:
‘’Si la luz te atrapa, desapareces’’.
Una pasada Vicente
Una pasada
Muy interesante el fenómeno. Sí, tiene toda la pinta de tratarse de seres o entidades dotadas de inteligencia y curiosidad.