Hoy en ufopolis vamos a estudiar un interesante caso ocurrido al norte de la localidad de Edwards, California en verano de 1971. Aquí tenemos una desconcertante e historia de la que apenas se ha publicado nunca y que tiene elementos propios de una película de Hollywood. La testigo que narra su historia se llama Debbie Clayton, una mujer que se encontraba en su casa de las afueras de la mencionada localidad y que de madrugada de repente escucha un sonido rugiente en el exterior de su casa, acompañado de un fuerte estruendo. Algo había caido del cielo. Alborotada, decidió acercarse a ver qué era aquello y se encontró en un camino de tierra en el que atisbó una gran nube de humo a varias decenas de metros de distancia. Allí se fue acercando, temerosa de que hubiese sido un avión y se produjese una explosión. Nada más lejos de la realidad.
La presencia de los grises es desconcertante en gran parte de estos incidentes
Según Clayton, cuando llegó se encontró con varias personas estudiando los restos de algo que había caido del cielo. La falta de visibilidad era notable, pero le sorprendió que aquellas personas se hubiesen personado allí tan rápido. Estaban mirando un objeto accidentado sin ventanas ni muestras de soldadura, realizado, como hemos visto en infinidad de casos ovni de una sola pieza. La mujer pudo tocar el material del que estaba hecho y se encontró con una textura suave. Pocos segundos después las personas que estaban allí levantaron la vista. El ejército de los Estados Unidos entró allí de forma agresiva con jeeps y todoterrenos para controlar la zona. Llevaban armas. A Debbie Clayton no le pareció ningún simulacro. Tuvo miedo. Lo primero que hicieron fue quitarle la cámara a una de las personas que acompañaban a Debbie en la escena que resultaron ser también lugareños y vecinos. Los militares parecían nerviosos. El que cogió la cámara no retiró la película, directamente estampó la cámara contra el suelo.
Los incidentes de "ufo crash" son más frecuentes de lo que en un principio podría pensarse.
Debbie cogía todos los detalles que podía. La nave parecía estar rayada en su parte inferior. Era de color gris opaco y aún tenía unas curiosas luces de color verde. Tenía forma de hongo (de forma similar al incidente Tuscumbia) y medía 5 metros de diámetro y 2 metros de altura. Debbie observó con horror cómo entre los restos de aquel objeto también se encontraban tres pequeños humanoides y de hecho, uno parecía seguir vivo. Entre ellos observó de forma única en la historia de los testimonios ovni la presencia de una mujer. Parecía que también se encontraba a bordo cuando se había producido el accidente. Y estaba viva. Tenía un traje ajustado de color rosa. Y parecía tener un gran dolor en su cuerpo por el accidente. No decía nada.
Los seres eran pequeños, con descripciones similares a los famosos grises de la historia de la ufología. La mujer se sentía aturdida, confundida y completamente desorientada. Debbie observó cómo los militares tomaron a la mujer del brazo y la introdujeron directamente en una limusina negra que había hecho irrupción en la escena instantes antes. La testigo no podía creer lo que estaba pasando, hacía solo unos minutos que se encontraba plácidamente en su casa y ahora estaba protagonizando prácticamente una escena de la película Encuentros en la tercera fase. Acto seguido, los militares trataron de evacuar la zona mientras diferentes equipos desplazados a la zona levantaban con cables el objeto y lo conectaban a una lona. Según Anton Anfalov, el investigador principal de este caso que habría tenido contacto directo con la mujer aparecida, tanto ella como el objeto habrían sido trasladados a la Base Aérea Edwards situada entre los condados de Kern y Los Angeles.
La base Edwards, escenario de varios incidentes de recogida de ovnis en la historia de los EE.UU.
Por si fuera suficientemente sugerente la historia, Anfalov expone que la mujer se llamaba Lorena Dvorak Cordini y que había sobrevivido a una serie de sesiones de hipnosis por parte de los altos estamentos de los Estados Unidos a través del uso de sofisticadas drogas. Supuestamente abducida y en su viaje de regreso a la tierra, esta mujer aseguraba que en ocasiones podía llegar a comunicarse telepáticamente con algunos de los seres con los que había interaccionado. Esta parte de la historia es clásica en los encuentros del cuarto tipo. Según la señora Dvorak, el primer recuerdo vívido que tiene tras el accidente es encontrarse en una fría camilla de metal en un inmenso hangar rodeada de militares de diferentes rangos. En una camilla adyacente se encontraba otro ser, el cual, Dvorak describe con una cabeza achatada sin relación con los seres que habrían sido protagonistas de su abducción.
El detalle del alien con cabeza achatada y forma de calabaza es inusual en la historia del fenómeno.
La historia de Dvorak concluye con una abrupta salida del hangar tras un extenso interrogatorio y un billete de autobús hasta San Francisco en donde había residido toda la vida. Hasta aquí la odisea de esta historia absolutamente desconocida y de la cual jamás salió nada en los periódicos. Un posible accidente de un ovni producido en 1971 muchos años después de lo de Roswell.
La presencia de militares es habitual en este tipo de incidentes.
Podemos creer el testimonio o no, pero lo cierto es que este incidente narrado por Anton Anfalov nos permite formular varias preguntas: ¿Si existiese otro caso Roswell, no estaría el ejército mucho más preparado para realizar un control total y absoluto de la información? De haber tantos casos registrados de abducción como aseguran diversas fuentes, ¿sería posible que alguno de esos objetos con tripulantes abducidos llegase a estrellarse? ¿Qué papel juegan una vez más esas limusinas negras asociadas al siempre interesante tema de los hombres de negro? ¿Conocerían de antemano algo así y se habrían presentado en la zona a esa velocidad? Un caso fantástico en cualquier caso que hoy os traemos en ufopolis y que por la naturaleza del objeto nos recuerda, como decíamos al caso Tuscumbia del que hicimos este curioso vídeo que exponemos a continuación. Esperamos que el programa sea de su interés.
Ufopolis.com 2015.
Fuente: Anton Anfalov, CSETI, Albert Rosales, Ufocasebook
LA inteligencia militar secreta , los clones grises y los lagartos , estan unidos para mantenernos bajo su control. que pena que ese platillo no haya caido en nuestro territorio, estamos en alerta , les esperamos, hasta luego .
En la mayoría de las ocasiones como sugiere el dicho «la realidad supera a la ficción»,
Pero cuando esto sucede se nota, algo hay que nos sugiere una anomalía o una evidencia incómoda, se ve
y se palpa que se está ante algo que supera a la ficción, pero en este caso como en muchos más, la sensación es que no cuela.
Se ve a la legua la trama fruto de una imaginación mediocre y con poca formación literaria.
Se me asemeja a la desbocada fabulación de un niño de secundaria con una imaginación poco saludable.
Pero se trata de declaraciones de adultos, tal vez con cerebros de niños, personas con lesiones de la personalidad y el razonamiento.
No cuela, tal vez esté equivocado, pero no cuela, se nota la película a la legua.
Un cordial saludo.
O tal vez unos impostores, unos cara duras, unos falsificadores más de la realidad.
Hay que andarse con los pies de plomo en este terreno.
Un saludo.
Hola Vicente. El videoprograma me hizo recordar que hace unos 2 años, un día bastante nuboso y plomizo al mediodía, andando con una amiga junto a la marisma, al pasar frente el campo de futbol «flipamos» con que las 3/4 partes del césped estaba ocupada por gaviotas «en formación y como hipnotizadas», todas de pie sobre sus dos patas, ninguna se movía ni para comer y miraban todas al cielo en dirección al sol (bastante cubierto por las nubes). Cuando llegué a casa en las noticias comentaban que había habido un eclipse de sol sobre esa hora. No es algo muy importante pero tampoco se ve todos los días. Un saludo.