Seguimos con los ovnis más increíbles que podamos imaginar y que hayan hecho su aparición por nuestro remoto planeta azulado. Hoy vamos a ver un caso clásico, un platillo volante de los de antaño, uno de esos incidentes que se recuerdan en los barrios durante décadas, de los que se habla aún hoy. Un incidente de esos que son tan extraños, inclasificables y extremos que no podemos más que decir que quizá los platillos volantes deberían pasar más inspecciones técnicas para venir a nuestro planeta…
Nos vamos a Argentina, tierra prolífica en sucesos así y cuya relación con el fenómeno ovni es un idilio que parece no terminar desde hace muchos años. La observación tuvo lugar el 24 de mayo de 1971 desde una clínica dental en el primer piso de un edificio situado en la calle Pedro Molina, justo en el centro de la ciudad de Mendoza, muy cerquita de una gran avenida que se abre hasta el sur de la ciudad siempre llena de bullicio y vida social por doquier.
Este ovni es una de las maravillas olvidadas de la ufología
Aquí tenemos a un testigo llamado Julio Suarez Marzal que mientras está en la consulta del Dr. Walter Grihl de repente ve por la ventana un increíble objeto lejano y volando alto en el cielo de la ciudad. Aquel hombre se lo dijo al doctor y cuando éste vio aquello no se lo pensó dos veces: salió corriendo a avisar a todo el mundo para conseguir unos prismáticos y verlo bien. El Dr. Walter Grihl corroboró posteriormente la forma del objeto y sus características pero se perdió parte del espectáculo por ir a buscar esos binoculares. Suárez no se movió del sitio y vio auténticas maravillas.
Según su testimonio, el objeto se movía lentamente desde el este al oeste de la ciudad con una altitud de unos 1000 metros. El color, gris perlado ligeramente azulado. Su brillo, refulgente sobre el cielo azul de la ciudad argentina. Allí estaba, desafiando a la gravedad con su forma de platillo clásico. De repente aquello comenzó a moverse y a descender a toda velocidad justo donde estaba el testigo «como si se hubiese realizado un potente zoom en una cámara». Una aceleración instantánea.
Los movimientos del objeto de este caso son algunos de los más extraños de la ufología
Al acercarse, el objeto parece que genera una halo nuboso a su alrededor (quizá consecuencia de ese rápido movimiento, la presión de vapor de agua de la atmósfera subiese y el porcentaje de vapor de agua del aire hiciera que éste se condensase subitamente). El vapor comienza a envolverlo y hay tanto que casi no se deja ver. Está realmente cerca del testigo. Han pasado solo unos segundos desde que aquel hombre estaba en la mesa tan tranquilo hablando con su doctor. Y ahí estaba ese ovni realizando ese numerito prácticamente para él.
El objeto realizaba movimientos caóticos
Suárez no puede verlo con nitidez pero atisba algún detalle del fuselaje que lo fascina. Parece un visor, pero no está muy seguro. El objeto se aleja de repente a toda velocidad, desapareciendo y reapareciendo por sorpresa, más abajo, frenando y acelerando en constante balanceo. Una vez más, los famosos «problemas técnicos» de los ovnis. En ese momento vuelve a estar muy cerca, no más de 70 metros a 16 grados hacia el sureste de la ciudad.
Sus dimensiones eran de 6 metros de diámetro por 2 de altura en la parte máxima,
Se acerca y se aleja en ese movimiento tipo zoom, muy rápido. El testigo describe que no entiende nada. Durante 8 segundos el objeto se para completamente en el aire. Silencioso él, vibrando de forma muy ligera. Ahí lo ve bien. Un disco volante casi de ciencia ficción. Un cuerpo sólido y metálico brillando con los rayos del sol. El testigo se abruma ante su belleza. Se siente solo y maravillado. Esa extraña sensación que embarga a quien ve lo desconocido por primera y quizá única vez en su vida.
Dibujos del testigo
Ahí está Suarez, perplejo mientras el médico como decíamos se pierde toda la película. Ahí en su fuselaje hay algo, como un «ojo telescópico externo», de color bronce, brillando sobre el borde claro más saliente y circular. De pronto comienza a inclinarse, elevándose con extraños y continuos balanceos. Es una visión tan extraña en el fenómeno ovni que al testigo le costó un mundo encontrar las palabras para describir lo que veía. El extraño periscopio comienza a moverse en todas las direcciones quizá tratando de enfocar algo, de forma casi desesperada.
Recreación del curioso ojo telescópico del ovni
Su foco se dirige hacia las antenas parabólicas del Correo Central de la ciudad. El sol lo ilumina un poco más si cabe. Casi hace daño a la vista. Suárez afirmó que cuando estaba quieto se podría haber filmado el mejor vídeo de ovnis de la historia pero cuando estaba vibrando era casi imposible de seguir con la vista. El avistamiento es una auténtica locura pero su testimonio fue corroborado en una declaración pública ante notario por el médico.
Detalle del perfil del telescopio lateral.
El objeto de repente sube hacia arriba, desaparece, reaparece al instante a 1500 metros de altura y 29 grados de inclinación hacia el suroeste de la ciudad. Flota lento de nuevo como al principio… y está empezando a cambiar su forma a toda velocidad, algo que hemos visto en infinidad de ocasiones con el caso de los llamados «ovnis metamórficos». Formas alargadas, de globo, tipo sombrero, ovaladas. Inestable, el objeto parece flotar a la deriva en un posible drama que apenas podemos imaginar. Poco después se estabiliza, como orientado, se estremece dos o tres veces seguidas, cambia de dirección en ángulo recto y se aleja rápidamente hacia el sur tomando un tinte rosado pálido hasta perderse progresivamente.
Los movimientos del objeto eran agresivos en algunas partes del incidente
Hasta aquí el bizarro encuentro de este testigo, cuya vivencia apenas duró un par de minutos y que es uno de esos incidentes extremos de la historia de la ufología que, la verdad, intrigan a la vez que provocan perplejidad y quizá desconcierto. Un testimonio feroz en un incidente rarísimo que debería haber visto toda una ciudad pero que por causas desconocidas solo pudo ser presenciado por dos personas. Y ahí quizá esté la clave. Con dos declaraciones juradas pero sólo lo vieron ellos. La probabilidad de que eso pasara es bastante pequeñas pero bien es cierto que el incidente solo duró unos dos minutos y todo ocurrió en completo silencio. No se conocen a día de hoy más testigos de lo que ocurrió.
El objeto era simétrico e idéntico por arriba y por abajo.
Si os ha gustado esta entrada, también podemos ver el caso de Harold Westendorff en Brasil, uno de los más curiosos de la historia y protagonizado por un piloto que pudo observar un increíble ovni desde su avioneta. Esperamos que sea de su interés.
Igualmente también podemos aplicar el caso del inconsciente colectivo de Jung para explicar qué pudo ocurrir aquel día.
Ufopolis.com 2015
Totalmente de acuerdo con tu exposición en el video de Jung.
Aunque es cierto que existe un inconsciente colectivo, como botón de muestra:
– el experimento del mono nº 100 (aqui habla de ello)
http://psicologiahumanista-paloma.blogspot.com.es/2010/04/inconsciente-colectivocampos.html
– la conciencia gobal (un determinado número de personas afecta la psique de las personas de su entorno), Gregg Braden habla de ello entre otras cosas en el documental «la ciencia de los milagros»
– los israelitas (en el Antiguo Testamento), cuando iban a pedir algo importante a Dios, se mandaba que el pueblo se reuniera en la petición (por ejemplo el libro de Ester 4:15, 16)
Pero de aqui, a que se materialize algo, consistente, con voluntad propia. Que deja huella en muchos casos. Por todo el mundo, y a lo largo de los milenios (siempre igual). Hay un trecho, un abismo mas bien.
Saludos para ti y para todos los que como yo, quieren saber un poco mas acerca de lo «raro».
Soy de esa ciudad y no conocía la historia,muy interesante.Gracias por el aporte Vicente.
Soy de la ciudad de Mendoza, Argentina y no conocía este caso. Me gustaría que difundieses el caso del piloto comercial Jorge Polanco, del año 1995, cuando llegaba al aeropuerto de laciudad de Bariloche, Rio Negro (Argentina). Es un caso muy contundente, protagonizado por un profesional del aire. Gracias