Icono del sitio Ufopolis.com, por Vicente Fuentes

El precioso y olvidado caso del platillo volante del policia Mark Coltrane

Hoy en ufopolis viajamos a la década de los 70, tan prolífica en avistamientos como en interés por el mundillo ufo en general tanto en Europa como es Estados Unidos. Había una inusitada expectación entre buena parte de la población al respecto de las nuevas pruebas fotográficas que iban apareciendo aquí y allá en publicaciones especializadas y en la prensa escrita. Poco a poco se fue instaurando entre la gente que efectivamente algo estaba pasando pero nadie daba explicaciones oficiales y las extraoficiales apenas tenían un eco mayor que el ámbito local. Había fervor pero también cierto desapego y entre eso y la campaña de desprestigio que se llevó a cabo desde finales de los años 60 para intentar acabar con las incómodas preguntas por parte del gobierno de los Estados Unidos -y por ende, todos los de la OTAN-, nadie estaba a salvo de tener cierto reparo a contar sus experiencias.

Esto mismo es lo que le pasó al bueno del oficial de policía Mark Coltrane quien, el 19 de abril de 1978 se encontraba haciendo una patrulla en las proximidades de la localidad de Colfax, una ciudad de un millón de habitantes en Wisconsin. A mediodía decidió parar para comer en una área aislada cercana al pueblo. Lo traía preparado de casa y qué mejor que un sitio apartado y solitario para comer sin que nadie le molestara. Y dicho y hecho, se sacó sus típicas bolsitas de papel en donde su mujer le había dejado el almuerzo y su pequeña botella de agua. Todo bien, pero había algo que como suele pasar en este tipo de casos, no iba bien… la radio comenzó a hacer extraños ruidos. El coche estaba apagado pero la emisora de la policía estaba encendida. Aquellos sonidos no eran los habituales que aparecen en las interferencias. Fuera lo que fuera estaba interrumpiendo las comunicaciones de la policía, y lo que era peor, le estaba dejando totalmente aislado (no había teléfonos en esa época, claro).

Mientras que, atónito miraba la configuración de su radio a ver si estaba todo en perfecto funcionamiento, de repente levantó la vista y pudo ver un disco metálico cruzando el cielo a muy poca distancia de su posición. La visión debió ser prácticamente de ciencia ficción, sobre todo porque el objeto parecía abalanzarse literalmente sobre él. Coltrane no se asustó y se fue disparado hacia el maletero en donde tenía una cámara Polaroid, que funcionaba bien. Quizá eran las fotos más importantes de toda su vida, pensó. Enfocó al cielo y sacó varias tomas a diferentes calidades. El objeto estaba tan cerca de él que incluso en una de las fotografías se aprecian los detalles de su parte inferior.

La primera foto sacada en aquella localidad de Colfax, es una de las más claras del fenómeno ovni.

La segunda fotografía muestra la huida del objeto, comenzando a desplazarse hacie el este. Un avistamiento absurdo casi dirigido a crear una toma para la posteridad. No cabría pensar otra cosa, habida cuenta de que no hubo ningún tipo de episodio de abducción, missing time o interacción con el entorno más allá de lo que pasó con la radio. Dejarse ver. Eso fue lo que pensó Coltrane. Pero ¿por qué él? No era hombre fantasías ni amante de la creatividad.

La huida de aquel disco dejó impresionado al testigo, según su testimonio. Esta es la segunda foto en buena definición que ha conseguido recuperarse del incidente.

Aún pudo ver a aquel majestuoso disco durante unos minutos, lo suficiente como para ver cómo iba acelerando hasta perderse verticalmente hacia lo alto de los cielos. Coltrane se quedó temblando por aquello y se quedó obnubilado durante las dos horas siguientes. Eso sí es curioso, sin duda, un policía hecho y derecho totalmente impresionado por un suceso que no podía explicar. Dos horas sin pronunciar palabra, mirando al cielo.

Cuando llegó al cuartel estuvo temeroso de contar su experiencia por miedo de ser ridiculizado y entregó la cámara para que fuera la policía la que revelase las fotografías. En el set que ha sobrevivido al paso del tiempo, encontramos dos fotografías preciosas de un platillo volante junto con otra serie de tomas en blanco y negro que pertenecen a la misma cámara.

Esta es la suite y esta es la calidad con la que han sobrevivido las tomas:

1. Toma general del platillo con la fecha marcada por la policía de Colfax.

2. Fotografía similar a la mítica foto de los Mcminnville de 1950

3. Observamos una sombra y una iluminación en el fuselaje exterior del disco además de una antena también iluminada que es tan grande que podría ser parte de una cúpula.

4. La toma en blanco y negro que hemos visto durante el reportaje y que es una de las más curiosas de la historia de la ufología. Destaca por dos pequeñas hendiduras en el borde externo.

¿Qué os ha parecido el caso? A día de hoy siguen ocurriendo este tipo de sucesos pero los objetos ya no son tan metálicos. Quizá tengan que ver con lo que decía Carl Gustav Jung sobre el inconsciente colectivo o con las tecnologías de posibles civilizaciones diferentes que pudiesen visitarnos. Sea como fuere, el caso del policía Coltrane es uno más de aquella década, pero es innegable que la definición de las dos tomas que se conservan en color es magnífica. A nosotros sin duda, nos encantaría poder algún día hacer unas fotografías tan fabulosas. ¿Habéis fotografiado ovnis alguna vez? ¿Cómo os quedaríais si lo vieseis tan cerca? Si os ha gustado este artículo, podéis ver el caso de los Macminnville de Oregón de 1950, mítico como él solo y también el platillo que se vio en la luna durante las misiones Apolo. Os dejamos también el programa que hicimos sobre el inconsciente colectivo y os esperamos en los comentarios.

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