Hoy os traemos una historia que nos ha encantado. Nos encontramos en Carson City, Michigan en la convulsa década de los sesenta, concretamente en 1966. Una localidad como tantas otras en Estados Unidos, en donde tenemos a Joanna C. (nombre que no es real a petición de la testigo), una niña de 7 años que se encuentra con una amiga en un campo a las afueras de la localidad jugando como tantas veces hemos hecho en nuestra infancia. Pero aquel día iba a marcarles de por vida porque iban a ser ambas testigos de algo totalmente increíble. Era un día claro y soleado cuando en sus corredurías, las niñas entraron en un pequeño paraje del este de su pequeño pueblo, un campo despejado con hierba, matorrales y altos pinos. En el centro de aquel claro brillaba una estructura metálica de algo que estaba posado y que deslumbró en un principio a las niñas. Nunca habían visto nada igual.
Localización del avistamiento
En un principio pensaron que podía tratarse de piezas que habrían sido llevadas por el viento por un reciente y potente tornado que había pasado cerca de su localidad. Pero de repente, y ante asombro de las crías, el objeto comenzó a moverse.
«Nos aproximamos y aquello comenzó a moverse en zig zag. Era plateado y pudimos ver una especie de ola de calor que parecía como una centella, no recuerdo muchos más detalles porque aquello pasó demasiado rápido» expuso una de las protagonistas del suceso.
El objeto se movió a toda velocidad hacia el firmamento sin la presencia de humanoides o seres alrededor del mismo. Las niñas salieron corriendo a toda prisa hasta sus casas para decirles a sus padres lo que acababan de ver. La escena tuvo que ser todo un poema. Las madres de las niñas al ver su estado de excitación, las hicieron caso y ambas fueron a la zona en donde había ocurrido el incidente en donde encontraron un área redonda y quemada de más de diez metros con pequeños agujeros «del tamaño de una taza de café» que aparecían en toda el área circundante.
Algo curioso es que, quizá por la propia psicología atrevida de las niñas, por su inocencia o por un influjo psicológico impuesto (detalle que hemos visto infinidad de veces en el fenómeno), ambas vivieron el incidente con perfecta calma, sin miedo, hasta que finalmente aquello se levantó, levitó y volvió a ascender. Las niñas realizaron junto a sus madres una curiosísima pintura al óleo en donde exponen tanto los movimientos del objeto como la forma del mismo, pero ésta ha estado en el anonimato, hasta que una de las niñas decidió mandársela a la Mutual UFO Network el pasado 5 de marzo. Una especie de balón de rugby, forma algo habitual en algunos avistamientos ovni de finales de los sesenta y principios de los 70 en los Estados Unidos y un fuselaje que reflejaba el brillo del sol.
Un caso curioso que sólo tiene una pintura al óleo y el recuerdo de unas niñas. Su testimonio pero sin fotografías o pruebas científicas. Podría ser sólo una fantasía, pero estas personas siguen en el anonimato, no han ganado nada contando su historia y de hecho han tardado casi 50 años en hacerla pública, quizá por miedo al famoso «qué dirán». El lienzo pudo haberse quedado en una habitación para siempre, pero gracias a ese testimonio, ahora podemos enterarnos de lo que pasó. Es un incidente atípico, pero nos parece que tiene un encanto especial por la pintura al óleo. No es habitual en un mundo de cosas que no son habituales.
¿Os ha gustado la pintura? ¿Qué opináis de este tipo de vivencias contadas por niños? ¿Tienen la misma verosimilitud que las contadas por los adultos? ¿Y por qué se decidieron finalmente a compartir su historia con el mundo? Os esperamos en los comentarios y os emplazamos a ver dos programas que hicimos relacionado con los ovnis en el mundo del arte.
Ufopolis.com 2015
Fuente: 63749 Mufon.
Hola Vicente,
¡Vaya que han esperado bastante tiempo para decir algo!
Supongo que casos como éste habrá bastantes, casos en el que las personas no quieren comentar nada por miedo a las represalias o al qué dirán.
Curioso que hayan decidido plasmar su experiencia en una pintura…cómo si mediante ella quisieran comprobar que en verdad ocurrió el incidente y no fue producto de su imaginación.
Saludos :)
Es un poco así, quizá para no olvidarlo ellas lo pintaron. Este es uno de mis casos preferidos ^^. Saludos
el oleo muy bonito , los niños sienpre dicen la verdad , hasta luego ,
Hola Vicente. Para mi tienen más credibilidad este tipo de testigos y avistamientos que los protagonizados por adultos. El adulto, por lo general, está lleno de condicionamientos que adquiere según va perdiendo la inocencia. Por lo tanto, su testimonio puede estar tamizado por múltiples factores condicionantes: su educación, creencias, y toda clase de perjuicios… Nada como la inocencia de los ojos de un niño. Mis mejores deseos para ti, ¡adelante con mucho ánimo y entusiasmo!, y como tú siempre bien dices, ¡salud y suerte!
Hola amigo Vicente! Me alegro de contactar contigo!
Podria ser en este caso como tu dices influjo psicológico impuesto a las niñas. Cuando yo tenia 9 o 10 años acuerdo ver bolas luminicas de aproximadamente 1 metro de diametro flotando unos 15 metros en altura de 3-4 metros y aterrizando y otra vez despegando, volando otros 15 metros y aterrizando sin ningun ruido. Veia todo esto con mucha tranquilidad pero al mismo tiempo (esto es lo mas raro ya que me interesa todo paranormal desde pequeño) no tenia interes a estos objetos. luego lo olvide como de algo poco interesante. Hace muy poco me pregunte que eran estas bolas y pk lo recuerdo como algo normal? Incluso a vezes pienso si esto era mi sueño solo que muy vivido. Pero claro no era sueño. Esto paso en un pueblo en Ukrania. Bueno los pueblos de Ukrania estan llenos de misterios)
Gracias y saludos desde Rusia!
Qué curioso! El 21 de septiembre de 1977 un amigo y yo volvíamos de Talavera hacia la 1 de la mañana y cuando llegábamos en coche al pueblo subiendo una cuesta descubrimos unos 200 metros por encima del pueblo una nave circular enorme parada y que estuvo detenida allí arriba como 15 minutos. Y después se fue también haciendo zig zag. Fue dirección oeste y con dos brevísimas paradas (1 segundo tal vez). Al revés que en el dibujo. Primero a la izquierda. Instante detenido. Después más alejado hacia la derecha. Instante pardo y desparece en el horizonte.
Gracias.
Se me olvidó añadir que todo sucedió en el más absoluto silencio. Tanto cuando la nave (¿300 metros de diámetro?) estuvo parada encima del pueblo como cuando se fue en unos segundos.