Icono del sitio Ufopolis.com, por Vicente Fuentes

Grupos de poder: tu vida en sus manos

  Desde el principio de los tiempos, los designios de la humanidad han estado en manos de grupos de poder en la sombra que han ido moldeando a la sociedad a su antojo. A día de hoy, esos grupos de poder son más importantes que nunca y sus redes abarcan todos los estamentos políticos, sociológicos y militares.

¿Quién fue el primer masón de la historia? ¿De donde surge todo? Las principales teorías al respecto apuntan a Hiram Abif, mítico arquitecto del  templo de Salomón en Jerusalem, mientras otros hablan de que ese poder está asociado a los constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia Fabrorum romanos, a la orden de los templarios, a  la de los Rosacruces o a los humanistas del renacimiento. Quizá una de las teorías más consecuentes sea la de las deidades sumerias y egipcias creadoras de la humanidad según las creencias de aquellas culturas, ya que su organización se asemeja mucho a la de la actual masonería y a la idea de esta de cómo debe ser el mundo.

Sea como fuere, su poder aspira al infinito: desde el código de Hammurabi en el año 1692 a.C. hasta la ley de acción patriótica expuesta en el congreso de los EE.UU. tras los atentados del 11-S y que dejan al ciudadano al borde de una sociedad orwelliana. También aspira incluso a modificar y cambiar incluso la visión que tenemos del mundo, ya que han conseguido que nuestra sociedad de consumidores sin razonamiento acate todas las normas prácticamente sin rechistar.

 Codigo de Hammurabi

Controlan todas las leyes y los cambios en la educación, la información de los mass media, las agencias de noticias, las empresas energéticas, las empresas navales y automovilísticas, las grandes empresas de construcción, las empresas relacionadas con el sector sanitario y las grandes farmacéuticas y químicas. Desde la sombra, han conseguido que la deificación del dinero llegue a nuestras vidas por encima de la esencia vital del ser humano, y para lograrlo, han conseguido recrear un sistema de castas acorde a una sociedad de esclavos y amos, similar a la de los antiguos dioses de la antigüedad.

 Simbología illuminati en el dólar

Pero todo esto surge de algún sitio, de alguna idea, de alguna situación en el pasado que nos retrotrae al momento actual. La clave siempre ha sido el dinero. Viajemos al siglo XIV, donde la actividad de estas logias era ya una evidencia. Una de las principales actividades de los antiguos Templarios fue la elevación de iglesias a lo largo del continente europeo y la tierra santa, por lo que el contacto que mantuvieron con los maestros constructores pertenecientes a las logias fue constante.

Estamos hablando por tanto de economía ya que la construcción y el diseño de estos grandes edificios era una fuente de ingresos segura en una economía basada en el nepotismo y la esclavitud servilista del pueblo para con la figura del rey. Eran los masones los que señalaban los emplazamientos de las construcciones más importantes, las que más dinero movían, siguiendo sus propias creencias y convicciones. Creados bajo iconografía eclesiástica, lo cierto es que no tenemos más que echar un vistazo a numerosas catedrales y construcciones religiosas de toda europa para comprobar cómo la simbología illuminati, templaria o masónica está presente en todas las obras.

Simbologia illuminati en una iglesia.

 

Durante el segundo milenio son numerosas las referencias a estos grupos de poder en la historia, pero siempre a la sombra del poder, moviendo los hilos, dirigiendo las más altas entidades y las más importantes influencias dentro de los consejos de estado. Esas influencias no eran siempre agradecidas por los dueños de los tronos europeos que veían cómo el boyante poder de estos grupos suponía una competencia desleal a su posición de máximo poder sobre la sociedad.  

Y esa idea  de competencia tiene un punto álgido en un día concreto de nuestra historia. Fue el propio Felipe IV, quien el 13 de Octubre de 1307 en una operación sin precedentes en toda Francia, ordenó la detención de todos los miembros de la llamada Orden del Templo, que había estado acumulando riquezas debido principalmente a actividades económicas relacionadas con la construcción dirigida por primigenios grupos masónicos.

 

Felipe IV

La relación entre la orden templaria y los masones continuó tras aquella persecución y muchos de ellos se aprestaron a salvar algunas de las numerosas propiedades de la hermandad o a reintegrarse en otras órdenes de caballería. Un grupo fue a parar a Escocia donde protegidos por el rey Roberto I, asimilaron algunos elementos de la mitología celta, conformando con el tiempo el denominado Rito escocés. No es ninguna casualidad que el documento masónico más antiguo conservado en Escocia sea un manuscrito de finales del siglo XIV, época en la que los Templarios se habrían visto obligados a integrarse en otras obediencias.

Es interesante observar la obsesión de estos grupos masónicos de integrar corrientes filosóficas y religiosas dentro de las sociedades como mecanismo de control de las mismas. Su oposición a la iglesia católica que precisamente ha hecho gala en los últimos dos mil años de mecanismos de control absolutamente desmesurados en base a la creencia de sus libros, nos lleva a investigar acerca de las creencias de estos grupos masónicos y templarios. Uno de esas pistas nos lleva a la creencia de un gran arquitecto del Universo, expresado con el acrónico GADU, que siempre ha permanecido fija dentro de las corrientes masónicas.

La gran logia masónica de Inglaterra, o la orden del gran oriente de Francia  suelen aparecer en la historia como los grandes defensores de la creencia de esta deidad, identificada como los nombres de los dioses de las principales religiones monoteístas, pero también interpretado como el poder del pensamiento, y el espíritu del hombre. Cada grupo masónico interpreta esa deidad pero se tiene como dogma obligatorio dentro de todo el grupo de pertenencia. Este tipo de creencias templarias relaciona las antiguas órdenes con los más modernos grupos masónicos creados en los últimos siglos.

Por otra parte dentro de la masonería siempre ha habido un especial interés en comprender los mecanismos del hombre al respecto de su psicología y su filosofía. Grandes autores científicos y literarios como Newton o Goethe fueron masones que presentaban sus trabajos ante la logia y compartían conocimientos secretos entre las mentes más privilegiadas de las sociedades de aquel entonces antes de compartirlos con las comunidades científicas y filosóficas de su tiempo. Siempre detrás de los estamentos de poder, se expone que la hermandad masónica de los iluminatti, quizá la más conocida a día de hoy y la que más interés suscita ha estado detrás tanto de las grandes guerras de la historia, como de los avances científicos más importantes, siempre determinando un uso industrial de las tecnologías descubiertas y ocultando patentes que serían claves en la historia de la humanidad como las del gran científico Nicola Tesla al principio del siglo XX.

El negocio de la guerra, vital para comprender los intereses que mueven este tipo de grupos en las capas altas de la sociedad piramidal en la que vivimos propone un nuevo escenario para comprender la realidad de la presencia iluminatti y su influencia.

Esta sociedad piramidal se organizaría de la siguiente manera:

Nivel 0: Sociedad civil.

Función: sostener a las castas superiores.

 

Nivel 1: Visibles.

-Cárteles empresariales y multinacionales.

– Oligopolios a nivel nacional.

– Agencias de inteligencia nacionales.-

– Fundaciones bancarias.

Función: Están mediatizados o controlados de forma directa o indirecta por niveles superiores. Se trata de un plantel humano de nivel operativo.

 

Nivel 2: Grupos religiosos y grandes logias

– Órdenes religiosas: Compañía de Jesús.

– Asociaciones de corte católico con autonomía propia (Opus Dei, Camino Neocatecumenal, Legionarios de Cristo).

– Masonería regular (grandes logias).

Función: Influencia en los grandes directivos, ejecutivos y consejos de administración civiles y militares. Entronizaciones y sustento de jefes de estado.

 

Nivel 3: Grupos de poder secretos

– Orden de Malta.

– Fabian Society.

– Instituto Averell Harriman.

– Fondo Monetario Internacional.

– Masonería irregular e Illuminati.

– Rotarios (Rotary International).

– National democratic institute for international affairs.

Función: Apoyo, influencia o control indirecto de las decisiones del grupo de 4º nivel. Apoyo de nivel táctico a los grupos del 5º nivel.

 

Nivel 4: Grados altos de poder

– Round Table- Grupos G (G7, G8, G20).

– Cúpulas militares de la OTAN.

– Grupos religiosos de corte protestante-puritano no relacionados con la IglesiaCatólica (La Hermandad, El Yunque.

– Club Bildelberg.

– Comisión Trilateral.

– Consejo de relaciones exteriores.

– Organismo de la Gran Banca.

Función: Decisiones sobre el destino de la humanidad. Controlan la manera de informar o de impedir intromisiones de la sociedad en sus planes

 

Nivel 5. Nuevo orden mundial

No existen a penas estudios. Control de un estado globalizado totalitario y supresión del anonimato de los individuos y sus circunstancias. Correspondería a un nivel estratégico o corporativo.

 ¿Cómo hemos podido llegar a esto? Para entender el funcionamiento actual del mundo es vital mencionar que la masonería moderna, fue un pilar clave en la fundación de los Estados Unidos de América, principal protagonista de todos los conflictos bélicos importantes de los últimos 150 años. Su poder es tan inmenso que hasta los presidentes de los Estados Unidos de América han llegado a alertar a la población de la presencia de estos grupos ocultos. Fíjense en las siguientes declaraciones:

 “La conjunción de un establishment militar inmenso y de una gran industria armamentística es nueva en Estados Unidos y debemos protegernos contra la adquisición de una influencia injustificada del complejo de la industria militar. La posibilidad desastrosa de una acumulación de poder inapropiado existe y persistirá».

Con estas palabras el presidente y general militar estadounidense Dwight D. Eisenhower alertaba en 1961, en su discurso de despedida a la nación americana , y por ende al mundo, de lo que estaba por venir: la indomable influencia del entramado de la guerra en la política estadounidense.

Desde entonces Washington ha lanzado cuatro guerras. En ellas se ha gastado alrededor de 2 billones de dólares, sin contar los gastos de reconstrucción, el cuidado a los veteranos o los intereses de los préstamos adquiridos por naciones de todo el mundo que se han visto obligadas a entrar en el juego. Los gastos se situan en alrededor de 700.000 millones de dólares actuales en Vietnam, 100.000 millones en la Guerra del Golfo, 800.000 millones en Irak y 320.000 millones en Afganistán, según datos del Congreso de los Estados Unidos de America. Y estas delirantes cantidades de dinero son sólo una parte del presupuesto de Defensa, que ronda el 25% del total anual, casi un billón de dólares en 2011. El equivalente al PIB español. Todo es poco.

Con todos esos dólares en juego no es de extrañar que se considere al complejo de la industria militar estadounidense como uno de los lobbies más poderosos del mundo. Su impacto fuera de las fronteras del país norteamericano adquiere la forma de guerras e invasiones, de muerte y destrucción. Dentro, se plasma en el llamado Triángulo de Hierro formado por el Pentágono, los contratistas militares y los llamados cabilderos, personas que se encargan de influenciar las decisiones políticas de los cargos electos. Los “dueños del cotarro”, como vulgarmente se le podría llamar a las principales empresas de esta industria son las multinacionales Lockheed Martin, Boeing y General Dynamics. Lockheed Martin es el epítome del poder del lobby de la industria de Defensa. En 2008 se convirtió en la compañía que más cobró por contratos con el estado en la historia del país: 36.000 millones de dólares (unos 27.300 millones de euros), según cálculos de FedSpending.org. La cifra supone un tercio de lo que el país se gastó en educación ese mismo año.

¿Cómo lo hizo? Sólo en las gestiones directas y registradas, Lockheed se gasta cada año unos 15 millones de dólares, según datos públicos recopilados por la organización OpenSecrets. La Lockheed Martin es, por ejemplo, el principal contribuyente de las campañas electorales de Howard McKeon, el jefe del Comité de Servicios Armados de la Cámara de representantes. Luego nos puede extrañar que las decisiones del congreso vayan encaminadas a la creación constante de estados de guerra y continuas represiones en países del mundo. La guerra crea dinero, mucho, mucho dinero a los contratistas del gobierno.

Otros dos de sus principales contribuyentes son, precisamente, Boeing y General Dynamics. Europa tiene ejércitos poderosos y armamento sofisticado, aunque rara vez los utiliza y eso la hace menos apetitosa que EE UU para las grandes firmas de Defensa. El dinero gastado en cabildeo en Bruselas por esas empresas es del orden de ocho veces menor de lo que las mismas se gastan en Washington. Pero no es inmune: todas las principales empresas armamentísticas tienen oficina en Bruselas. Las grandes son EADS, Thales (Francia), Finmeccanica (Italia), y BAE Systems (Reino Unido). Combinadas, controlan dos tercios de los alrededor de 90.000 millones de euros del mercado europeo.

Atención a las siguientes declaraciones:

«El acceso privilegiado de la industria [militar] a la política europea junto a la ausencia casi total de la sociedad civil representa un serio problema democrático en Europa».

Estas son declaraciones del año 2008 de un informe de la organización Corporate Europe sobre la situación militar europea y el imparable ascenso del lobby militar en el viejo continente.

Barack Obama ha propuesto en su presupuesto para 2013 que se dejen expirar los créditos fiscales que había concedido su antecesor George W. Bush a las empresas petroleras y de gas estadounidenses. Es una forma de subvención pública sin la que, asegura la Casa Blanca, se reduciría el déficit en unos 40.000 millones de dólares en los próximos 10 años. Esas lucrativas vacaciones fiscales fueron el resultado de los intensos esfuerzos de cabildeo de petroleras como Halliburton o Chevron con la Administración Bush. Muchos apuntan a que fue clave en esta decisión el hecho de que el entonces vicepresidente Dick Cheney hubiera sido CEO de Halliburton o que la secretaria de Estado Condoleeza Rice fuera en el momento directora de Chevron. Seguramente usted desde su casa no podría conseguir las condiciones fiscales que esas empresas conseguían con sus influencias. Hablamos de mucho, muchísimo dinero de los contribuyentes americanos, que finalmente repercute en toda la economía mundial.

El tercer grupo en discordia por el pastel energético es además uno de los lobbies más antiguos de Washington, el del carbón. Lleva gastado unos 100 millones de dólares en los últimos años en cabildeo abierto para convencer a los legisladores de que el carbón limpio es una fuente local de energía que reduce las emisiones de carbono a la atmósfera. El lobby del petróleo y el del carbón en EE UU tienen tal influencia que se les considera clave en las reiteradas negativas de Washington a unirse al resto de países avanzados en la firma del protocolo de Kioto y en la lucha contra el cambio climático. En 2005 salieron a la luz documentos que evidenciaban cómo la Administración de George W. Bush había consultado a ExxonMobile sobre su posición sobre el protocolo de Kioto. Hasta ese punto llega su poder. Y mucho, muchísimo más.

Las petroleras más poderosas son las llamadas supermajor (antes de las fusiones, las conocidas como «las siete hermanas»): las estadounidenses ExxonMobil y Chevron, la británica BP, la británico-neerlandesa Royal Dutch Shell o la francesa Total. Tanto o más poder tienen las “nuevas siete hermanas» de los países en desarrollo, como la china CNPC o la rusa Gazprom, pero en éstas la presión es completamente diferente porque son públicas o semi-públicas.

Los lobbies financieros perdieron, tras el estallido de la crisis económica en 2008, gran parte del crédito que les permitía ser juez y parte en la redacción de la regulación bancaria. Washington no les ha cerrado las puertas del todo, pero ahora les mira con lupa. Wall Street confía en la actualidad en los casi 500 millones de dólares que se gasta cada año en cabildeo para volver a cortejar a los legisladores. Los enviados de Wall Street a la capital de EE UU fueron clave en el origen de la crisis económica y lo son en este momento en el intento de relajar las normas que han surgido tras el desastre financiero.

En 1999 se anuló, ante la intensa presión de los banqueros, el acta Glass-Steagall. La ley había impedido desde 1933 que los bancos comerciales tomaran los riesgos propios de los bancos de inversión. Para gran parte de los analistas ese fue el momento en el que comenzó a gestarse la crisis actual, cuyos efectos han generado una de las peores olas de destrucción económica mundial desde la Gran Depresión. El resto es bien conocido: los Gobiernos estadounidense y europeos movilizaron enormes cantidades de dinero público para rescatar a los bancos. Cuatro años después, y tras haber devuelto gran parte del dinero, los cabilderos de firmas como JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Citigroup, Morgan Stanley o Bank of America, entre otras, centran sus esfuerzos en oponerse a la regulación con la que se intenta corregir los excesos de aquella época. Van por buen camino: han aguado el contenido o impedido directamente la redacción de decenas de las más de 200 provisiones del Acta Dodd Frank para la Reforma de Wall Street y la Reforma del Consumidor.

 

David Rockefeller

El sanitario es el lobby que más dinero se gasta al año en Washington. En los últimos 13 años, casi 2.500 millones de dólares, según datos públicos recopilados por OpenSecrets.org. Lideran estos gastos empresas como Pfizer, Amgen, Eli Lilly y, sobre todo, Pharmaceutical Research and Manufacturers of America. El pastel a repartir en Estados Unidos es enorme. La sanidad es esencialmente privada, pero hay una potente protección a personas mayores y sin recursos que paga el Estado, los llamados Medicare y Medicaid. El porcentaje de dinero de los contribuyentes destinado a estos dos programas sólo lo supera el destinado a Defensa: en 2011, el país se gastó casi 900.000 millones de dólares en el departamento de Sanidad.

El problema es que, al no haber como en Europa una red de hospitales públicos, el Estado costea los tratamientos en los servicios privados, mucho más caros. Y las firmas sanitarias quieren que la cosa siga siendo así. Prueba de ello es que el gasto se intensificó considerablemente en 2009, cuando se trataba de influir en la nueva ley sanitaria estadounidense, conocida popularmente como Obamacare. Finalmente se aumentaron los beneficios de estas compañías, promulgando la obligatoriedad de tener un seguro médico y todo sin cambiar la esencia del sistema de sanidad privada.

 

Jacob Rothschild

Por supuesto, hay muchos más lobbies poderosos: el agrícola, compendio de grupos de interés que incluye grandes grupos manufactureros como Kraft o Unilever, agrícolas como Monsanto, tabaqueras como Philip Morris o papeleras como Weyerhauser. El lobby genérico de los industriales, formado principalmente por cámaras de comercio: en EE UU la poderosísima US Chamber of Commerce; en Europa, Unice o la European Round Table of Industrialists; los llamados «grupos de interés», desde el lobby pro-israelí, hasta la Asociación Nacional del Rifle en Washington, pasando por los sindicales o patronales tanto en Europa como en EE UU.

Para que nos hagamos una idea de quienes son los que están detrás de algunas de las más grandes corporaciones del mundo, vamos a echar un vistazo a sus fundadores y sus orígenes:

ExxonMobil

Ingresos mensuales de 284,650 millones de dólares

Esta empresa petrolera, hoy con presencia en más de 40 países, se dedica básicamente a la explotación, elaboración y venta de combustibles, productos petroleros, productos químicos, fertilizantes, gas natural y plásticos. Fue fundada por John Davison Rockefeller, empresario, inversionista, industrial y principal persona tras el conglomerado monopolista del petróleo en el mundo. Masón del más alto grado.

 

John D. Rockefeller, uno de los antiguos dueños del mundo

Chevron

Ingresos mensuales de 163,527 millones de dólares

Empresa petrolera derivada de la famosa empresa Standard Oil, dirigida por John D. Rockefeller. Posee importantes yacimientos petroleros, de gas natural y refinerías por todo el mundo.

General Electric

Ingresos mensuales de 156,779 millones de dólares.

Empresa de infraestructuras, medios de comunicación y finanzas, con importante presencia en 100 países, hoy poderosa transnacional que representa el capitalismo estadounidense en el mundo. Entre sus firmas más conocidas se encuentran: GE Technology Infrastructure, NBC Universal, y GE Capital, entre otras.

El origen de General Electric esta íntimamente ligado a Thomas Edison (masón también). En 1879, Edison y su ayudante, Francis Jehl, crearon la primera bombilla de luz incandescente y duradera. Este invento enloqueció a la bolsa y los inversores se abalanzaban sobre los títulos de la “Edison Electric Light Company” una firma puesta en marcha con el apoyo financiero de J.P. Morgan (masón del más alto grado) y el presidente de la Western Union, Hamilton Twombly (masón de alto grado).

Bank of America Corp.

Ingresos mensuales de 150,450 millones de dólares

Es un Banco de servicios financieros e inversiones, miembro de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) y del S&P 500 Index. Una de las empresas más solidas en la banca mundial. Fundado por Amadeo Gianini (masón, caballero de la orden de Malta) en 1904. Con capital en Monsanto, una de las principales empresas detrás de la privatización del sistema público de salud en Estados Unidos, en Fox Network junto a Rupert Murdoch (masón de alto grado)

ConocoPhillips

Ingresos mensuales de 139,515 millones de dólares

Empresa de energía y procesamiento de petróleo, resultado de la fusión de Conoco Inc y de Phillips Petroleum Company, en el año 2002. Hoy con presencia en poco más de 40 países. Fundada por Waite Phillips y Charles dupont, masones los dos.

AT&T (American Telephone and Telegraph)

Ingresos mensuales de 123,018 millones de dólares

Compañía de telecomunicaciones, especializada en servicios de internet, datos, video y telefonía, entre otros. Hoy, una de las compañías telefónicas más importante del mundo y la más importante en Estados Unidos.

La creación de la Bell Telephone Company fue consecuencia de un acuerdo entre Alexander Graham Bell y sus inversores, entre ellos Gardiner G. Hubbard y Thomas Sanders (todos ellos masones). Su nombre fue cambiado en varias ocasiones, y ya para 1880 se la conocía como la American Bell Telephone Company. Para 1881, la American Bell había comprado de parte de Western Union un interés mayoritario de la compañía Western Electric. Todo queda en casa.

Ford Motor Company

Ingresos mensuales de 118,308 millones de dólares

Empresa fabricante de automóviles, segunda empresa más importante. Además de la fabricación de los automóvilesFord, tiene a su cargo las firmas Mazda, Lincoln y Mercury. Fundado por Gerald Ford (masón).

Morgan Chase & Co.

Ingresos mensuales de 115,632 millones de dólares

Reciente empresa financiera, creada a partir de la fusión de Chase Manhattan Corporation y la J.P. Morgan & Co, también conocida como Banca Morgan, una de las más antiguas del mundo. Posee la inversión de fondos libres más grande de Estados Unidos. Su fundador J.P.Morgan ya aparece en muchas de las empresas de esta lista, y es masón de alto grado.

Para observar hasta qué punto este poder detrás del poder está infiltrado en nuestra sociedad vamos a exponer una pequeña lista.

Fueron masones:

Martin Luther King, Simón Bolívar, José Martí, Rubén Darío, Salvador Allende, Edwin Aldriss (uno de los primeros hombres en la luna), Louis Armstrong (el jacista), Ernest Borgnine, Bach, Bethoveen, Napoleón Bonaparte, David Crocket, Walt Disney, Sigmund Freud, René Guenon, Goethe, Giussepe Garibaldi, Clark Gable, Harry Houdinni, Benito Juárez (primer presidente de México), Charles Lindberg, Nicolás Puccini, Peter Sellers, John Smith (fundador del mormonismo), John Wayne, L.L. Zamenhoff (creador del esperanto), Champollion, Nat King Cole, Franz List, Albert Schweitzer (Premio Nobel de la Paz), Benjamín Franklin, Papa Juan XXIII.

Los siguientes presidentes de Estados Unidos:

James Buckhanan, Gerald Ford, James Garfeld, Lindon B. Johnson, Richard Johnson, James Madison, James Monroe, James Polk, Franklin D. Roosevelt, Theodore Roosevelt, William Taft, Harry Truman, George Wahington.

Los siguientes escritores:

Oscar Wilde, Voltaire, León Tolstoi, Marc Twain, , Montesquiu (filósofo y líder de la Revolución Francesa), Arthur C. Clark, Sir Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes), Alejandro Dumas, Carlo Lorenzini (creador de Pinocho), Jonathan Swift (creador de Gulliver), Sir Walter Scot (Robin Hood),

Fueron masones también los fundadores del Club Rotario (Paul Harris, Silvester Schiele, Hiram Shorey).

Fundador del Club de Leones (Melvin Jones), el fundador de la Cruz Roja, Henri Durant y el fundador de los Boy Scout, Powel Baden.

Los fundadores de las siguientes empresas también fueron masones:

Henry Ford (Ford), André Citroen (Citroen), Walter Chrysler (Chrysler), Samuel Colt (Revólver Colt), Eberhart Faber (Faber-Castle), King Gillette (Gillette), Charles Hilton (Cadena Hilton), Thomas Lipton (Té Lipton), Louis Mayer (Metro Goldwin Mayer), Ranson Olds (Oldsmobil), Vittorio Valletta (FIAT), Charles Edward Wilson (General Electric).

Además los siguientes astronautas:

Leroy Cooper, John Glenn, Virgil Grisson,

Y los siguientes científicos:

Juan De la Cierva, Científico inventor del autogiro, Jaume Ferran i Clua, Bacteriólogo (vacunas contra cólera, tifus e hidrofibia), Enrico Fermi – Nóbel de Física, Alexander Fleming – Científico, Nóbel de medicina (penicilina), Robert Fulton, Pierre-Simon Laplace – Matemático, astrónomo, físico y filósofo, Franz Anton Mesmer – Médico y científico, Albert A. Michelson – Nóbel de Física (descubridor de la velocidad de la Luz), J. Michel y Jaques E. Montgolfier – lnventores del globo aerostático, Mario Morigi – Químico (inventor del D.D.T.), Louis Orlando – constructor del primer barco a vapor , lsaac Peral – Inventor del Submarino, Santiago Ramon y Cajel – nóbel de medicina.

Una última pregunta ante todos estos datos: ¿Usted piensa que votando cada cuatro años realmente es libre?

Ufopolis 2013

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