Icono del sitio Ufopolis.com, por Vicente Fuentes

El OVNI del estadio olímpico y los OVNIS del 11-S

En relación al polémico vídeo sobre el avistamiento de un extrañísimo objeto volador no identificado sobre el estadio olímpico de Londres, vamos a realizar un comentario sobre otro caso que también ocurrió cuando las cámaras enfocaban al cielo, siendo ésta una característica que se repite constantemente en el fenómeno, como si estuviésemos hablando de una amplia voluntad de ir apareciendo en nuestra sociedad poco a poco por parte de la inteligencia que se esconde bajo las famosas cuatro letras. Estamos hablando del día 11 de Septiembre de 2001, el día que cambió el mundo, y en el que desde Ufopolis, hemos realizado varias investigaciones detalladas al respecto. Para entender un caso actual, debemos conocer qué ocurrió en el pasado, qué incidentes precedieron al avistamiento de Londres.

Pongámonos en situación. 11 de Septiembre de 2001. El día de la infamia, el ataque al jefe de la manada mundial, el comienzo no oficial de la Tercera Guerra Mundial, la excusa de unos pocos para poder tomar ciertas medidas que afectan a “unos muchos”, el día en el que la realidad superó a Hollywood en su vertiente más nefasta, el crack de nuestro sistema de libertades, el fin de nuestra cómoda inocencia occidental, la ponzoñosa lacra del terrorismo alterando el ecosistema familiar de nuestra sociedad, el mayor agravio sufrido a nivel simbólico en los Estados Unidos, el fin de una era y el comienzo de otra.

Se han vertido tantos y tantos comentarios objetivos y subjetivos sobre lo que ocurrió aquel día, tantas verdades como puños, y mentiras como estanques, tantas palabras llenas de rencor, patriotismo y amor por la libertad y por su reverso tenebroso, la venganza, tantas, finalmente, opiniones y datos desde los más diversos puntos de vista con respecto a lo que pasó y a cómo influyó en nuestro mundo, que 10 años después parece que ya no queda nada que decir sobre el tema. De hecho, sin leer este libro, a muchos les parecerá una frivolidad fijarse en el aspecto misterioso del atentado por el impresionante caudal de sentimientos de dolor que aun provoca el 11-S. Ovnis durante el atentado contra las Torres Gemelas. ¡Lo que les faltaba por oír!

Y es también lo que le faltaba al atentado para redondear la historicidad del momento, para completar la capacidad perturbadora de sus imágenes, y para resaltar el significado de aquel día para las futuras generaciones. Lo que faltaba para completar una escena llena de momentos tan fatales como únicos, lo que directamente jamás nadie se podría haber imaginado que pasara durante unos hechos de esas características. Lo imposible pasando exactamente en el mismo lugar y en el mismo momento en el que ocurría un atentado imposible.

Pero el fenómeno OVNI siempre está un paso por delante de nuestro concepto de sorpresa, siempre avanza más deprisa leyendo nuestro libro de la vida que nosotros mismos. Que estos objetos se presentaran justo en el día más importante de la historia de la humanidad de las últimas décadas, justo en la fecha que marcaría el desarrollo de las actuaciones políticas, militares, económicas, empresariales, y sociales que definirían nuestro futuro a medio y largo plazo, que aparecieran justo en el mísero instante de nuestra imaginaria “línea del tiempo” en el que nuestra realidad cambia para siempre para tomar otro sendero de inhóspito destino, me induce a pensar que no fue en absoluto una casualidad. Si algo caracteriza al fenómeno de las cuatro siglas es su capacidad de saltarse las reglas, de demostrar que el binomio causa/efecto es universal. Unos incidentes que no dejan de sorprender, de atraer, de asustar, de impresionar, y de atar con un lazo de seda los corazones de todos los que desde la seriedad seguimos sus pasos, cual detectives de pipa y botín en busca de la pista definitiva.

El 11-S fijó el comienzo de un calendario tremendo a partir del cual los precios de los carburantes sufrieron un importante cambio ascendente histórico, marcó un derrumbe de la bolsa que anticiparía el crack de 2008, y prefijó una brutal agenda militar con diversas actuaciones políticas y bélicas en diferentes partes del mundo, con una escalada de tensión que ya ha causado miles de muertos en varios países.
No solo las medidas de seguridad en las aerolíneas aéreas variarían para siempre hasta llegar a puntos quizá absurdos en algunos casos, ni solo las políticas de inmigración y las transacciones comerciales variarían para siempre en esta era post-11S. El fenómeno OVNI, que había dado suficientes muestras a lo largo de los últimos 10.000 años de una impresionante actividad en los cuatro puntos cardinales de nuestro mundo y a las más diversas alturas (desde aterrizajes hasta avistamientos en el espacio como veremos más adelante), aquel día se hizo “mayor”, dio un paso de gigante en su extraña hoja de ruta de “darse a conocer”, de reconocer públicamente su existencia por encima del secreto provincianismo de la práctica totalidad de los gobiernos. Los mismos que tal vez estén más que interesados en sacar el máximo beneficio posible a sus descubrimientos en materia científica, o que tal vez estén ganando tiempo ante el estallido moral de nuestro sistema de valores provocado por un más que posible trauma al darse la gran noticia de que este fenómeno es tan real como la vida misma.

Y es que, estos objetos desconocidos muestran una tecnología tan superior a la nuestra, que para muchos el hecho de verse saludados y al mismo tiempo, superados por una inteligencia que nos da “mil vueltas” sería algo que su cerebro se negaría a asimilar y asumir. Nuestro concepto de “número uno de la tierra” se evaporaría debido a nuestro gran orgullo como seres humanos. Los dueños de la tierra, “los únicos”, dejaríamos de serlo en cuestión de segundos. Adiós al superhombre. Hola a la incertidumbre. Hola a Londres 2012.

Ufopolis.com 2012

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