Icono del sitio Ufopolis.com, por Vicente Fuentes

El arte en el fenómeno de los círculos de las cosechas

Si, hablamos del arte porque los círculos del maíz son una representación, y al igual que toda obra representativa, merecen ser apreciados de manera artística y no deben ser objeto de análisis desde un punto de vista meramente conceptual.

El problema que tiene el arte actualmente, es que se han perdido los valores del clasicismo, el espíritu de evocar la grandeza mediante sus obras. En Grecia estuvieron siglos representando la grandiosidad del mundo de sus dioses; su acercamiento a ellos era con el arte, con sus esculturas, con sus construcciones. Basaban su forma de trabajar en expresar de manera perfecta un contenido especialmente místico y profundo, y lo hacían según las proporciones justas. Ni más, ni menos. Su obra tenía significado, intención de evocar, de representar la perfección y a la vez el misticismo de sus divinidades. Forma y contenido. Envoltorio y producto.
Usted puede apreciar en alguna de las figuras algo que puede no percibir nadie, y eso es maravilloso. Pero solo acabamos de empezar a apreciar este fenómeno. ¿Qué descubriremos en el futuro sobre ellos? ¿Qué seremos capaces de apreciar en esos campos de plantas dobladas? La profundidad de este enigma, hace que los investigadores se sientan como llaneros solitarios al contemplar tanto orden con tanto significado. Significado intuido, y real, plausible, que casi se puede tocar con las manos viendo una sola fotografía. Significado trascendente dada su autoría. Significado vital para nosotros, como seres humanos. Y significado profundo porque evoca la pasión por las matemáticas evocando la bandera del arte, de una manera ciegamente inteligente.
 
 
El arte de los círculos del maíz tiene características que lo asemejarían de alguna manera a los mandalas confeccionados en la India desde tiempos inmemoriales, a la complejísima geometría presente en la Alhambra de Granada, o en las lentes que se construyen para observar los misterios del espacio en los telescopios de última generación, todas ellas obras de arte de la ingeniería y de la técnica. Los seres humanos actualmente conocemos bien la geometría y la hemos utilizado magistralmente en la religión, para honrar a dios, y en la ciencia para avanzar en el desarrollo de nuestra civilización. Pero el arte, como arte en sí, se ha estancado. No avanza en su esencia, ni en su forma. Los círculos del maíz nos recuerdan la pureza que hemos perdido, pero por otro lado no deja de ser algo frío y extraño que algo tan puro se haga con nocturnidad y alevosía.
Observe un momento cualquiera de las fotos que les muestro. Unas inmensas figuras perfectas y preciosas en medio de un campo perdido; aparecidas en la soledad de la noche. No deja de ser algo poético, que un regalo para la vista de tal belleza haya sido dejado en nuestra puerta y se haya tocado el timbre para no aparecer. Los círculos del maíz bien podrían ser mensajes armoniosos de bien, o por el contrario de mal, y es que según la apreciación puede tomarse de una manera o de otra. Arte incomprendido, nocturnidad y alevosía, pero pureza al fin y al cabo. Esta es la ecuación de este fenómeno. Esa es la genial dicotomía, la maravillosa pero letal arma de doble filo.
Como decíamos, cuando el hombre entra en contacto con este fenómeno, el mero concepto del mismo se hace personal, individual. Si nuestra civilización hubiese conservado las esencias del clasicismo griego, quizá los periodistas y los gobernantes que ocultan estos hechos, nunca los habrían ocultado. Ellos habrían apreciado la importancia de los mismos, y nunca lo hubieran dejado de lado. Habrían apreciado el arte de los mismos. Es una conciencia de la trascendentalidad diferente de la que debería haber sido, pero hay tantas cosas que no son como deberían ser, que seguramente no le extrañará nada que algo tan bonito se esté intentando encerrarlo en un baúl, para tirarlo en medio del océano, y fundir la llave. Sentir el arte es algo que se ha perdido dentro de este mundo tan materialista.
En todo caso, ¿qué me dicen de las representaciones tridimensionales? Que alguna de las figuras aparezca con profundidad de campo ha abierto numerosas cuestiones a tener en cuenta. ¿Es que acaso esos diseño deben verse en la manera en la que fueron concebidos, es decir en 3-D? ¿Era una demostración aun más fuerte para convencer a los escépticos? La inteligencia que usa los círculos del maíz como una comunicación primigenia con nosotros debe estar a un punto de la desesperación. Ninguna de sus formas de representación artísticas ha logrado trascender ni siquiera en el mundo del arte. Ningún sistema de geometrías perfectas, o de figuras evocando la grandiosidad de la vida ha surtido efecto en el inconsciente colectivo ni en el mundo de los artistas modernos. Pero el arte es eterno, y las fotografías de los crop circles también lo serán. La eternidad de este fenómeno es una característica artística como lo fueron las esculturas griegas, o el renacimiento en Italia.
Solo falta ese espíritu abierto de nuestra sociedad, solo falta que la manipulación que los verdaderos artistas sufren, algún día acaben en medio de una revolución que busque la verdad de la belleza por medio de la perfección formal. Algún día los crop circles servirán de inspiración a generaciones enteras de autores que encontraran en ellos lo que la sociedad les ha negado: un pequeño trozo de realidad con pureza. Un cachito de un filete recién hecho al que aun no se le ha echado veneno.

Ufopolis.com 2012

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